A lo largo de la vida el ser humano se expone a distintos acontecimientos que impactan de forma negativa, a veces devastadora, su entorno. Ningún dolor, ninguna herida física es pequeña durante esos momentos, pues los estragos parecen crear un shock permanente.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad que aparece en las personas que acaban de vivir eventos fuertes como la guerra, huracanes, terremotos, violaciones, abusos físicos o un accidente grave.
Síntomas del síndrome de estrés postraumático
Este trastorno provoca un gran carga de estrés y temor permanente aunque ya haya pasado el peligro. Los síntomas afectan totalmente la vida de las personas que lo padecen, impidiéndoles seguir sus actividades normales.
Según el sitio web de los Institutos Nacionales de la Salud para pacientes, familiares y amigos (MedlinePlus), el trastorno de estrés postraumático puede causar problemas como:
- Flashbacks o el sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente
- Dificultad para dormir o pesadillas
- Sentimiento de soledad
- Explosiones de ira
- Sentimientos de preocupación, culpa o tristeza
- Falta de apetito
- Dolor muscular
- Dificultad para respirar
- Inquietud
Los síntomas no siempre aparecen enseguida del acontecimiento traumático, algunas personas desarrollan síntomas distintos a los mencionados anteriormente, que tardan en desaparecer incluso en años. Nadie está exento, ni siquiera los niños.
¿Existe un tratamiento?
El tratamiento para el síndrome de estrés postraumático puede incluir terapia psicológica, medicina, o una combinación de ambas. Puede tener una duración de seis a 12 semanas, y en casos más graves suele ser más extenso.
¿Cómo afrontar el síndrome de estrés postraumático?
Lo más importante para hacerle frente al TEPT, es primero aceptar el impacto del trauma en tu vida, pues de esa forma te colocas en una posición de poder, que te ayudará a dejar de sentirte vulnerable.
No te frustres si el estrés no desaparece, pues la recuperación es un proceso continuo y cotidiano. Tampoco te obligues a olvidar lo que sucedió, ni reprimas tus emociones. Si necesitas llorar, llora y desahoga tu dolor. Puedes acompañar ese momento de frases como “siento miedo”, “no sabía qué hacer”, “me espanté”, o cualquier sentimiento que haya venido a ti durante el incidente.
Otra buena alternativa es hablar sobre tus sentimientos con otras personas que te ofrezcan confort. Pide ayuda si lo consideras necesario, no sólo de amigos, sino de profesionales.
Puedes intentar con otras actividades como:
- Ejercicios de relajación muscular
- Ejercicios de respiración
- Meditación
- Natación, estiramientos, yoga
- Oración
- Escuchar música suave
- Pasar tiempo en la naturaleza
Si sientes alguna recaída o flashback de lo sucedido, es importante que te tranquilices e identifiques tu presente, es decir en dónde te encuentras en este momento. Puedes salir a caminar para despejarte y realizar alguna técnica de respiración (busca videos en internet).
Si tienes pesadillas debes intentar tranquilizarte y pensar que sólo fue un sueño. Para dormir intenta comer alguno de estos alimentos, o colocar en tu mesita de noche las plantas que aquí te aconsejamos. Evita el alcohol, el tabaco y la cafeína antes de dormir. Despeja tu mente con actividades relajantes.
Aquí te compartimos algunos consejos para disminuir el estrés.