¿Te has dado cuenta de que tu rendimiento laboral va cada vez más para abajo? El problema puede venir desde arriba. Te diremos cómo saber que tienes un mal jefe.
- El jefe muestra sorprendentes cambios de actitud hacia sus empleados.
- Comienzan a apreciarse las primeras señales de debilidad por parte del superior.
- El jefe se empeña repentinamente en escrutar todas y cada una de las tareas de sus empleados.
- Todo se convierte en una emergencia. El jefe pide a sus empleados respuestas instantáneas para todo.
- Los problemas personales comienzan a hacerse notar en la oficina.
- El personal pierde la motivación y la confianza en su jefe.
- La empresa es incapaz de cumplir sus objetivos, por lo que el jefe se lava las manos y, lejos de asumir responsabilidades, busca excusas.
- A pesar de que nadie puede llegar a cumplir los objetivos, el jefe dice que todo está completamente bien.
- El chantaje y las amenazas se convierten en las principales armas del superior para intentar controlar a sus empleados.
- El jefe siente que ha llegado a su cima profesional dentro de la empresa y que no puede hacerlo mejor en su actual cargo.
Cuéntanos si estos 10 puntos identifican a tu jefe.