Todo a mitad de precio. Los escaparates de miles de negocios españoles lucen ya estos flamantes distintivos. Y es que, a pesar de que muchos siguen todavía con la resaca de las fiestas y los excesos navideños, ¡han comenzado las rebajas de invierno! Durante esta campaña, cada español gastará aproximadamente una media de 120 euros. Las rebajas pueden ser una buena oportunidad para comprar, eso sí, siempre y cuando se haga con cierta responsabilidad. Ahí van por tanto algunos consejos para sacarle el máximo rendimiento.Consumo responsable
Es importante reflexionar sobre lo que se quiere comprar, lo que se necesita y sobre lo que se quiere y puede gastar antes de realizar ninguna compra, para evitar así la adquisición compulsiva de artículos que no se necesitan, o en realidad no se quieren. En este sentido, es importante saber cuánto dinero se va a gastar y en qué artículos. Además hay que recordar que a menudo, hay primeras, segundas y hasta terceras rebajas.Una vez en el establecimiento, hay que conocer las fechas hasta las que se prolongará el periodo de rebajas, si el negocio acepta o no el pago con tarjeta, si existe la posibilidad de devolver los productos adquiridos y durante cuanto tiempo, o si se realizarán devoluciones a través de vales de compra etc. En caso de duda, pregunte.Por otra parte, es absolutamente necesario exigir y guardar el ticket de compra por si surge algún problema, ya que es necesario para cualquier reclamación (también es útil conservar las promesas publicitarias del comerciante, pues tienen valor de contrato y se puede exigir su cumplimiento).Los artículos rebajados han de tener la misma calidad que tenían cuando se vendían a su precio original. La venta de productos defectuosos, viejos o estropeados es un saldo y debe anunciarse como tal.Además, el comerciante deberá respetar su propia política de ventas y su publicidad, pues tiene valor contractual, esto es, si durante todo el año un establecimiento anuncia que admite devoluciones, tendrá que aceptarlas también en época de rebajas salvo que señale expresamente lo contrario de forma clara y visible. Es decir, que una vez que por voluntad propia el comerciante le reconoce al cliente un derecho, no puede aplicarlo arbitrariamente. Lo mismo ocurre con el pago con tarjeta; cuando un establecimiento luce el distintivo de que se acepta el pago con tarjeta, debe aceptarlo siempre, salvo que se indique de forma bien visible que queda excluido el periodo de rebajas.No obstante, en caso de que se produzca cualquier irregularidad tras la adquisición de un producto, es preferible intentar resolver el problema amistosamente. Si no se logra, se pedirán las hojas de reclamaciones en la que se hará constar su queja. Además, Se pueden presentar reclamaciones en la OCU, en las OMICS o en los servicios de consumo provinciales o autonómicos.