Algunos remedios caseros como frotar ajo o limón o untar pomadas o ungüentos en lesiones por piquetes o mordeduras de animales ponzoñosos no son eficientes, no sirven y retrasan a atención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado de los pacientes.
Patricia Escalante Galindo, encargada del Centro Toxicológico del Hospital Juárez de México (HJM), señaló que el cambio climático, la deforestación del altiplano y la transportación de viajeros a las centrales de autobuses y de frutas y verduras atraen a una fauna muy venenosa.
De las más destacadas son las serpientes cascabel, alacranes y arañas capulina y viuda negra, que han emigrado y se han adaptado a las condiciones de la Ciudad de México.
La especialista afirmó que en dicho hospital, se ha incrementado el número de casos de envenenamiento por piquetes o mordeduras.
Cada año, en especial durante la temporada de calor, son atendidos aproximadamente 220 casos de envenenamiento en el Centro Toxicológico y, en su mayor parte, los pacientes son varones en edades productivas, de acuerdo con los datos proporcionados por la especilista.
Algunos pacientes provienen del Estado de México y están dedicados a las labores de jardinería o la industria de la construcción.
Lo que recomienda que es indispensable acudir en el menor tiempo posible a los servicios de emergencia de los centros de salud, clínicas u hospitales para su inmediata atención.
Cualquier retraso en la atención del paciente podría complicarse y provocar la amputación de la extremidad afectada y llegar hasta la muerte.
Se deben establecer estrategias para el diagnóstico, tratamiento y prevención de ataques de ese tipo de animales que ahora es común ver en las ciudades.
Una vez que existe una picadura la búsqueda de atención médica además es de 83 horas (más de tres días) entre la mordedura o el piquete y el traslado del paciente al hospital.