La calidad en la dieta alimenticia impacta la salud cerebral y las funciones cognitivas a nivel vascular, así como en enfermedades mentales que se manifiestan en la edad adulta.
Kioko Rubí Guzmán Ramos, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) explicó que nunca se piensa en la condición del encéfalo (como sí se hace con otros órganos), debido al desconocimiento de que una nutrición deficiente por años o décadas puede generar diversos padecimientos.
Una mala alimentación incide en el estado del cerebro, el órgano es el orquestador del cuerpo, ya que no sólo modula la respiración, el ritmo cardíaco, las funciones motoras, la liberación de hormonas para que los niños se desarrollen y crezcan, “sino que hace ser lo que somos como personas, nos da la identidad y posibilita las interacciones sociales”.
¿Te das cuenta de lo que podría suceder con el más mínimo descuido? Podría reflejarse en algún padecimiento periférico y provocar problemas de deterioro cognitivo leve y, en caso extremo, Alzheimer, demencia vascular y padecimiento asociado a la malnutrición.
Es importante llevar un estilo de vida saludable desde la infancia, erradicar o disminuir el consumo de comestibles con una alta carga calórica proveniente de carbohidratos y grasas.
Hay que incluir en la dieta proteínas, frutas y vegetales, además de evitar el sobrepeso y la obesidad, así como el estrés.
Y, por supuesto, se deben realizar actividades mentales y físicas de manera regular, para tener niveles de grasa corporal saludables que generen aumento de la circulación sanguínea y la eliminación de neurotoxinas dañinas.
El exceso de una ingesta hipercalórica ocasiona menos contactos neuronales, decrecimiento de las proyecciones y prolongaciones dendríticas, como la reducción en el tiempo de vida de las neuronas para almacenar y procesar información de la memoria implícita, aprendida a través de la repetición.
Los problemas de conducta en niños (déficit de atención) pueden reducirse con base en una nutrición basada en Omega 3, como: pescados grasos, vegetales y semillas, entre otros alimentos.
¿Ves la importancia de tener buenos hábitos alimenticios?