Comer chocolate es uno de los mejores aliados para prevenir la formación de radicales libres y el envejecimiento prematuro de las células, todo esto debido a su contenido de antioxidantes. Su buen aporte de flavonoides nos ayudan a favorecer la juventud de nuestras células, por eso es normalmente usado en mascarillas faciales y corporales.
Se trata además de un alimento altamente estimulante, por eso uno de los beneficios del chocolate más conocidos es el de aportar energía a nuestro cuerpo, ayudándonos a mantenernos alertas y concentrados en nuestra rutina diaria.
Pero un grupo de investigadores se propuso indagar sobre el consumo chocolate a largo plazo. Resulta que este alimento podría reducir las posibilidades de padecer fibrilación auricular, un desorden del ritmo cardíaco originado en las aurículas. Se manifiesta como un pulso absolutamente irregular, en general rápido. Es una patología que puede instalarse en corazones enfermos pero también en sanos. Tiene un riesgo mucho mayor de padecer insuficiencia cardíaca, infarto o ictus.
Para evitar inconvenientes, los médicos recomiendan controlar la presión arterial, moderar el consumo de alcohol, reducir el té, café, y gaseosas, dejar de fumar y hacer ejercicio. Pero al parecer, también consumir chocolate es bueno. Sobre todo, el chocolate amargo, la versión más pura y saludable de este alimento.
¿Qué descubrieron en concreto? Los investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) indagaron en los aportes al organismo del chocolate con un menor nivel de cacao. Concluyeron que cuanto mayor es el consumo del alimento, menor es el riesgo de padecer fibrilación auricular. Sólo bastan entre dos y seis porciones semanales para disminuir el riesgo hasta un 20% de desarrollar la enfermedad.
Elizabeth Mostofsky, líder del trabajo, afirmó de todas maneras, que la ingesta debe ser moderada. “El consumo de cantidades excesivas de chocolate no se encuentra en ningún caso recomendado dado que la mayoría de los productos con chocolate tienen una elevada cantidad de calorías procedentes del azúcar y las grasas, lo que puede conllevar el desarrollo de exceso de peso y de otros problemas metabólicos”, afirmó.