La mayoría de los tics nerviosos surgen cuando la mente de quienes los padecen se abruma por una emoción, ya sea por no conseguir identificarla y comprenderla, o porque se siente rebasada por un sentimiento y no sabe cómo manejarlo de la mejor manera.
Aunque existen muchos otros motivos detrás de un tic nervioso, tales como el Síndrome de Tourette o el autismo, pero cuando los tics nerviosos son consecuencia de las emociones, existen soluciones que ayudan a reducir su presencia e incluso acabar por completo con ellos:
Aceptar y comprender las emociones. Cuando los tics nerviosos ocurren porque la persona siente ansiedad, la mente está tratando de descansar mediante una conducta repetitiva e involuntaria. Si la persona consigue identificar y aceptar la emoción detrás del tic, éste reducirá su presencia.
Meditación. En muchísimos casos, los tics nerviosos responden a un problema de estrés. Recuerda que meditar es una excelente opción para reducir los niveles de estrés del cuerpo.
Cambio de hábitos. Para que el individuo en cuestión consiga detener un tic, algunos tipos de terapia recomiendan una acción distinta que pueda modificar el hábito.
Mejorar la alimentación. Cuando el cuerpo se siente descompensado a nivel de nutrientes también puede presentar tics nerviosos, así que come suficientes vitaminas y minerales, así como proteínas y agua, para que el cuerpo pueda estar más relajado y sin tics.
Practicar ejercicio. Algo parecido ocurre con el ejercicio. Si el cuerpo realiza suficiente actividad física los tics nerviosos disminuyen, pues los niveles de ansiedad y estrés también lo hacen.
Medicamentos. Como última opción existen los medicamentos ansiolíticos, los cuales pueden reducir los tics, pero presentan mayor número de consecuencias en el cuerpo que las otras opciones, así que deberías probar antes las opciones anteriores.