Un 5% de la población, aproximadamente, sufre algún trastorno de la voz que requiere la atención de un especialista. Hablar mucho o muy alto, con una intensidad o con un tono más alto al que corresponde, cantar con una técnica inadecuada o forzar la voz son errores bastante habituales que, tarde o temprano, acaban por pasar factura. El uso incorrecto provoca que la voz pierda calidad acústica, cambie de tono y se haga más ronca (disfonía o ronquera) o, incluso, se llegue a perder totalmente (afonía).Existen muchos factores que pueden provocar trastornos de las cuerdas vocales, aunque en un 80% de los casos suelen tener un origen funcional, es decir, no hay ninguna lesión, sino que están provocadas por un mal uso o el abuso.Los expertos apuntan una serie de medidas y consejos para prevenir los problemas de la voz y contribuir a mantener la garganta sana. Toma buena nota, sobre todo si tu trabajo te obliga a hablar sin parar.- Bebe mucha agua para mantener bien hidratadas las cuerdas vocales. Evita las bebidas alcohólicas y la cafeína, porque producen deshidratación.- No fumes. El humo del tabaco, además de causar cáncer de garganta, provoca irritación, sequedad de la laringe y cambia el tono de la voz de forma permanente.- No grites ni eleves mucho la voz. Si la garganta se reseca mucho o la voz se vuelve ronca, es aconsejable dejar de hablar lo antes posible.- No tosas con fuerza. Si carraspeas con frecuencia, debes acudir al especialista, eso puede inflamar las cuerdas vocales.- Duerme suficiente. La voz es muy sensible a la falta de sueño, y descansar menos de seis horas diarias favorece la aparición de problemas vocales.- Mantén una postura corporal correcta para no forzar la garganta.- Evita los cambios bruscos de temperaturas. El aire acondicionado demasiado fuerte o mal dirigido y la calefacción muy alta acaban resecando la garganta.