Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por lo general, son pasajeros y desaparecen en unos días. Cuando hay depresión en la mujer, interfiere con la vida diaria y el desempeño normal, y le causa dolor a ella y a quienes se preocupan por ella.
La depresión es una enfermedad común, pero grave, y la mayoría de las personas que la padecen necesitan tratamiento para mejorar. Los factores biológicos y físicos también pueden aumentar el riesgo de depresión en las mujeres, sin olvidar que puede ser heredada también.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN EN LA MUJER?
Aunque los síntomas pueden diferir con la edad, aquí están algunos de los síntomas más comunes de la depresión en las mujeres :
- Pérdida de interés en pasatiempos y placeres de la vida.
- Sentirse más miserable en el trabajo o en el hogar.
- Pérdida de interés en el sexo.
- Cambios en el apetito que conduce a la pérdida de exceso de peso.
- Alteración del patrón de sueño insomnio o dormir demasiado.
- Malhumorada.
- La pérdida de concentración y dificultad para tomar decisiones.
- Fatiga y falta de energía para llevar a cabo tareas sencillas en el hogar.
- Inquietud y malestar incluso en reposo.
Las enfermedades depresivas, incluso los casos más graves, son trastornos altamente tratables. Al igual que con la mayoría de las enfermedades, mientras más rápido se pueda comenzar con el tratamiento, más eficaz este será y existirán más posibilidades de poder prevenir la reaparición de la depresión.
El primer paso para obtener un tratamiento adecuado es consultar con un médico. Ciertos medicamentos y algunas condiciones médicas, tales como los virus o el trastorno de la tiroides, pueden causar los mismos síntomas que la depresión.
Además, es importante descartar la depresión que está relacionada con otra enfermedad mental llamada trastorno bipolar. Según la condición médica, los médicos pueden descartar estas posibilidades realizando un examen físico, una entrevista y/o pruebas de laboratorio.
Si se puede descartar la existencia de una condición médica y del trastorno bipolar, el médico debe realizar una evaluación psicológica o puede mandar a la persona a ver un profesional de la salud mental.