Hasta no hace mucho, se pensaba que la piel era sólo una barrera de protección frente a las agresiones externas. Hoy sabemos que además refleja nuestra salud física y mental. De este modo, el acné, la dermatitis, la psoriasis o la caída del cabello pueden surgir por factores orgánicos o ambientales, pero también estar provocadas por un estado de ánimo alterado."La piel refleja muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor y las enfermedades mentales también se manifiestan en ella", explica Aurora Guerra, jefa de Dermatología del Hospital 12 de Octubre y editora de "Dermatología psiquiátrica. De la mente a la piel". En su opinión, observando las uñas, el pelo y la piel pueden diagnosticarse patologías y algunos trastornos dermatológicos se curan con tratamiento psicológico.En España, del 10% al 30 % de la población padece problemas mentales y los pacientes con alteraciones dermatológicas sufren un 20% más de alteraciones psiquiátricas que el resto. "El aspecto físico es muy importante y por eso las enfermedades dermatológicas ocasionan síntomas psicológicos y psiquiátricos", explica la dra. Guerra.