Todos nos hemos preguntado alguna cuánta agua es recomendable beber al día, para mantenernos sanos. Pues bien, la respuesta es sencilla. No hay que beber ni mucha ni poca. El exceso de líquidos o, por el contrario, la falta de hidratación puede ocasionar graves trastornos en nuestro organismo. Resolvemos algunas preguntas frecuentes!¿Cuándo hay que aumentar la ingesta?
Altas temperaturas, humedad ambiental, actividad física, exposición al sol, sudoración… aumentan las necesidades de líquidos. "En cualquiera de esas situaciones, hay que tener agua a mano y beber a menudo para evitar la deshidratación", señalan los expertos. A su vez, las bebidas isotónicas, especialmente indicadas para deportistas, aseguran el aporte de electrolitos y azúcar, además de agua. Las enfermedades que conllevan fiebre, sudoración abundante, vómitos, diarreas, micciones frecuentes… tienen gran riesgo de deshidratación y aumentan notablemente las necesidades de líquidos. En estos casos, la recomendación es también beber a menudo (por supuesto, cualquiera de esas situaciones requiere seguimiento médico).¿Beber mucho agua ayuda a perder peso?
Aunque las dietas adelgazantes aconsejan siempre beber mucha agua, sed y hambre son sensaciones reguladas por mecanismos diferentes. "Nadie ha podido demostrar que el agua haga perder peso", señalan expertos de la Universidad de Pensilvania (EE.UU.). "La única forma en la que ayuda a adelgazar es reemplazando las bebidas ricas en calorías por agua y sustituir la bollería y los aperitivos por alimentos con un alto porcentaje de agua (fruta, ensaladas…)".Dicho esto, conviene aclarar tres conceptos:
– Beber agua es la mejor forma de calmar la sed. Recuerda que, si tomas otras bebidas, también cuentan en el total diario de líquidos.
– El agua tiene 0 calorías y, por eso, es la mejor bebida en dietas de control de peso.
– Si el agua no es tu bebida preferida, añádele un chorrito de limón o toma té frío.
– Para reponer los electrolitos perdidos por diarreas, vómitos o grandes esfuerzos, opta por las bebidas isotónicas.