La manzanilla ha sido utilizada desde hace siglos por su gran cantidad de propiedades medicinales. Ya en la antigua Grecia, Egipto y Roma era aplicada para tratar una gran cantidad de dolencias.
A la manzanilla se le atribuyen un sin numero de cualidades curativas pero no existen estudios completos que las verifiquen científicamente.
Entre las cualidades de esta planta están:
- Es un anti inflamatorio. Ayuda a aliviar los procesos de inflamación tanto tomándola o usándola externamente.
- Tiene propiedades antimicrobianas y fungicidas.
- Se le utiliza para hacer gárgaras cuando hay problemas de garganta y de encías.
- Ayuda con la cicatrización.
- Ayuda con problemas digestivos .
- Es calmante y tranquilizante, actúa como un sedante suave. Se le usa en caso de irritabilidad, tristeza y ansiedad.
- Ayuda a controlar el eczema y las hemorroides.
- Facilita la menstruación y ayuda a eliminar sus molestias.
- En cosmética se le usa para aclarar el pelo, descongestionar la piel y calmar irritaciones.
- Es un diurético suave.
- Ayuda con la gota, artritis y sinusitis.
- Ayuda con problemas de asma y gripes.
Aunque la manzanilla sea muy conocida por sus increíbles cualidades digestivas, siendo útil en caso de gases, indigestiones y otras afecciones más serias como por ejemplo es el caso de la gastritis o de úlceras gástricas, lo cierto es que se convierte en una planta medicinal ideal para la mujer.
Por ejemplo, la manzanilla por sus cualidades emenagogas es ideal para facilitar el correcto flujo de la menstruación, lo que a su vez ayuda a aliviar sus dolores y molestias asociadas, como es el caso del molesto dolor de ovarios y de vientre.
Preparación de la infusión:
Pon agua en un cazo y deja calentando hasta que alcance el punto de ebullición. Luego añade las flores secas de manzanilla, baja el fuego, y deja durante 3 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 5 minutos más. Finalmente cuela, sirve en una taza y bebe.