Han aumentado las operaciones por tener coágulos en el cerebro. ¿Sabes qué son? En esta nota te contamos.
SÍNTOMAS: Dependiendo del tamaño y ubicación, un hematoma puede ocasionar confusión, pérdida de memoria; dificultad para hablar, deglutir o caminar; adormecimiento; dolor de cabeza; convulsiones; o debilidad o entumecimiento de brazos, piernas o rostro.
DIAGNÓSTICO: El problema puede ser descubierto cuando médicos revisan la fortaleza, sensibilidad, balance, coordinación y funciones mentales del paciente. Pero debido a que los síntomas son a menudo sutiles, pueden ser necesarios exámenes de escaneo computarizado y de resonancia magnética.
TRATAMIENTO: Puede ser necesaria la cirugía para reducir o prevenir daño cerebral permanente. Esto puede incluir taladrar pequeños huecos en el cráneo para aliviar presión y succionar fluido. Hematomas grandes o coágulos sanguíneos sólidos pueden requerir abrir una sección de cráneo, lo que es llamado craneotomía.
PRONÓSTICO: Entre 80 y 90 % de los pacientes tienen una mejora de función cerebral significativa después de la cirugía, pero la recuperación puede ser prolongada e incompleta. Los pacientes podrían necesitar fármacos hasta durante un año para controlar o evitar convulsiones, con síntomas que podrían incluir amnesia, dificultad de atención, ansiedad, insomnio y dolores de cabeza. La mayoría de los adultos se recuperan en seis meses, pero algunos pacientes pueden requerir otra cirugía si regresa el fluido.