Se asume ampliamente que las vitaminas antioxidantes ayudan a combatir el cáncer, aunque investigaciones en fumadores han encontrado que en grandes dosis pueden de hecho aumentar el riesgo de desarrollar tumores. Ahora, un estudio nuevo podría ayudar a explicar la paradoja.
Científicos suecos dieron antioxidantes a ratones que tenían cáncer pulmonar en etapa temprana, y observaron que los tumores se multiplicaron y volvieron tan agresivos que los animales murieron dos veces más rápido que los ratones no tratados.
La razón: Las vitaminas adicionales al parecer bloquearon uno de los mecanismos cruciales del cuerpo para combatir el cáncer, reportaron el miércoles los investigadores.
Los científicos enfatizaron que no pueden realizar recomendaciones generales de salud con base en estudios en ratones, pero dijeron que su trabajo respalda advertencias existentes sobre el uso de antioxidantes.
“Se puede andar por la vida con un tumor en pulmón no diagnosticado durante mucho tiempo”, dijo el coautor del estudio Martin Bergo, de la Universidad de Gotemburgo. Para alguien con riesgo alto, como un exfumador, tomar antioxidantes adicionales “podría acelerar el crecimiento de ese tumor”.
Los antioxidantes son compuestos que pueden ayudar a proteger células de cierto tipo de daño, y frutas y vegetales ricos en antioxidantes ciertamente son saludables. La pregunta es el efecto de salud de dosis muy altas en forma de píldora. Estudios en personas han mostrados resultados mixtos, pero no han demostrado que suplementos vitamínicos prevengan el cáncer, y unos cuantos han indicado la posibilidad de daño. Un estudio de la década de 1990 encontró que el compuesto beta-caroteno incrementó el riesgo de cáncer de pulmón en fumadores. Pero no son los fumadores la única preocupación: Un estudio de 2011 encontró que suplementos de vitamina E incrementan el riesgo de cáncer de próstata.
Pero biológicamente, los científicos no pudieron explicar por qué los antioxidantes podrían ser dañinos. El reporte del miércoles en la revista Science Translational Medicine es un primer paso para hacerlo.
La investigación no examina si los antioxidantes podrían, para empezar, ayudar a prevenir que se formen tumores; sólo lo que ocurre si ya ha comenzado el cáncer.
Los investigadores dieron vitamina E, en un rango de dosis suplementaria, o un fármaco antioxidante llamado N-acetilcisteína a ratones a los cuales se indujo cáncer pulmonar.
Los antioxidantes ciertamente previnieron algo de daño celular; pero al hacerlo evitaron que un muy conocido gen supresor de tumores llamado p53 recibiera la señal para hacer su trabajo, explicó el coautor del estudio y biólogo de Gotemburgo Per Lindahl.
Los antioxidantes permitieron a las células cancerosas escapar de su propio sistema de defensa”, agregó.