Sin embargo, es imposible ir a la playa cada fin de semana para poder obtener ese tono perfecto, por lo que una de las alternativas para conseguirlo son las camas de bronceado, las cuales son una opción perfectamente segura y a continuación te explicamos el por qué.
Uno de los principales beneficios de las camas es que te permiten regular la cantidad de radiación que quieres recibir durante tus sesiones. Por lo que a diferencia del bronceado convencional, no es necesario que te expongas por tanto tiempo, lo cual es bueno para tu piel ya que evitas excederte.
Las camas de bronceado emiten la misma radiación que el sol, por lo que ayudan a que tu piel absorba vitamina D, la cual es indispensable para mineralización de los huesos y ayuda en los procesos de absorción de calcio en los huesos. De tal modo te permite prevenir debilidad y dolores óseos. Además, esta vitamina también es fundamental en los procesos de regulación sanguínea.
La luz solar, tanto artificial como natural, también ayuda a controlar los problemas de insomnio. El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas el cual funciona conforme a la manera en la que se desarrollan los días. Una baja exposición a la luz solar, hace que los procesos internos del cuerpo se descontrolen y pierdan noción del tiempo.
La exposición a la radiación solar también funciona como antidepresivo. El clima afecta nuestro estado de ánimo, puesto que los rayos UV, estimulan la producción de serotonina en el organismo, el cual es un neurotransmisor asociado con la sensación de bienestar.
Por lo tanto, los beneficios de las camas solares son muchos. No hay por qué tenerles miedo, siempre y cuando te asista un profesional que te permita tener sesiones que beneficien tu salud y te permitan sentirte radiante en todo momento.
Si te interesa obtener algunos de estos beneficios nosotros te recomendamos acudir con un experto, por ejemplo hay gimnasios que cuentan con este servicio y así puedes aprovechar todos los beneficios del ejercicio y de las camas de bronceado.