Es una de las enfermedades más comunes en los países industrializados, pero la alergia al agua es de los tipos más raros
Hoy, 22 de mazo, es el Día Internacional del Agua. El agua es el disolvente universal y uno de los elementos fundamentales y responsables de la aparición de la vida en la Tierra. Forma parte de casi todo lo que nos rodea, incluidas nuestras propias células. Pero, ¿hay gente que tiene alergia al agua?
Alergia rara
Aunque pueda parecer imposible, un tipo de alergia conocida como urticaria crónica inducible por el agua. Su nombre técnico es urticaria acuagénica, y se considera como una enfermedad rara, ya que afecta a menos de una persona por cada 2000.
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Los síntomas de esta alergia son los típicos de cualquier urticaria: ronchas en la piel, picazón, hinchazón y enrojecimiento. A veces viene acompañado de la aparición de ampollas de tamaño variable (entre 1-3milímetros). Los síntomas aparecen entre 20 y 30 minutos al entrar en contacto con el agua y desaparecen a la hora. Esta reacción ocurre con cualquier tipo de agua: de la llave , salada, de ríos, etc., además de que se puede dar a cualquier temperatura.
Los síntomas están localizados en unas áreas concretas de la piel, que suelen ser el tronco y los brazos. Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar una predisposición por una zona en concreto. Este tipo de urticaria es tremendamente incómoda para quienes sufren y supone un gran deterioro en su calidad de vida, ya que algunos deben reducir las veces que se bañan a la semana o incluso cambiarse ciudad o país si viven en un clima con mucha humedad en el aire.
Incluso, aunque presenten síntomas leves, estas personas no pueden realizar actividades que consideramos tan normales como nadar en el mar, en la alberca o tomar un baño.
¿Cuál es la causa y cómo se trata?
La urticaria acuagénica entra dentro de una categoría de urticarias causadas por estímulos físicos. En esta categoría también encontramos la urticaria por vibración o presión, aunque son estímulos diferentes, se consideran que todas pueden presentar un mecanismo similar.
Sin embargo, la causa exacta de la reacción al agua se desconoce a día de hoy. Los urticardiólogos expertos en esta urticaria siguen investigando el mecanismo de acción para dar con tratamientos efectivos, pero todavía tienen más preguntas que respuestas.
En muchos de los pacientes, beber agua no supone ningún problema ni causa reacción alguna, por lo que parece indicar que el problema se debe tratar de algo localizado en la piel. En otros tipos de alergias o enfermedades de la piel, pueden aparecer síntomas gastrointestinales, pero no suele ser el caso de la urticaria al agua.
El diagnóstico de esta enfermedad se suele realizar con base en la historia clínica del paciente, ya que una vez que aparece, se repite cada vez que entre en contacto con el agua, En caso de dudas, existe una prueba diagnóstica conocida como provocación con agua, en donde el paciente puede sumergir una parte o la totalidad de su cuerpo en agua.
El tratamiento depende del grado de gravedad que presenten los síntomas y de cómo afecten estos al paciente en su día a día. Algunas personas pueden mantener la enfermedad bajo control si reducen el número de baños en la semana, evitan lugares húmedos y no nadan en lagos, albercas o el mar.
Sin embargo, a veces es necesario añadir un tratamiento para prevenir o minimizar la aparición de ampollas. El tratamiento estándar para esta enfermedad es similar al de otras urticarias y alergias: antihisitamínicos.
Se podrán tomar de manera oral acorde a lo que necesite el paciente para controlar los síntomas y llevar una vida normal en su dúa a día. Sin embargo, no todos los pacientes mejoran con este tratamiento y aunque lo hagan, supondría tener este tratamiento de por vida mientras continúen los síntomas.
Por este motivo, existen varios estudios que intentan encontrar tratamientos alternativos o complementarios para esta y otras urticarias. Uno de los candidatos más prometedores es xolair, un compuesto que se encarga de secuestrar los anticuerpos IgE de la sangre y que se usa en otros tipos de alergias.
Aunque la causa de la urticaria acuagénica no está clara, este tratamiento resulta efectivo en algunos pacientes que la sufren, lo que apoyaría la hipótesis de que se trata de una alergia clásica.
En estos pacientes, los anticuerpos detectan el agua y la reconocen como un peligro para el organismo, al igual que ocurre en la alergia al polen.
Incluso si este fuera uno de los posibles mecanismos, sigue la duda de qué la lleva al organismo a detectar como peligroso uno de los elementos fundamentales de la vida.
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Autor: I.S. con información de Muy Interesante