Científicamente no hay pruebas de que la acupuntura, terapias con picadura de abeja o magnetos ayuden a quienes padecen esclerosis múltiple; lo que sí puede lograrse con tratamientos adecuados y oportunos, alertaron especialistas.
Jesús Flores, jefe del Departamento de Enfermedades Desmielinizantes del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Dr. Manuel Velasco Suárez, advirtió que en el mundo suman 2.5 millones de pacientes.
En conferencia de prensa, en el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple el experto enfatizó que los tratamientos alternativos no sustituyen terapias ni fármacos de primera línea.
Incluso subrayó que opciones como acupuntura, terapias con picadura de abeja, factor de transferencia, consumo de compuestos con Omega3 y de dieta mediterránea, magnetoterapia o tratamientos en cámara hiperbárica, no ayudan en el control de este padecimiento.
En ese contexto agregó que no es recomendable sustituir la terapia de un neurólogo con otra de tipo alternativo, porque ninguna de esas opciones ha probado de manera científica que ayude o perjudique la evolución de la esclerosis múltiple, además de que no son sustitutivas del tratamiento farmacológico.
Flores Rivera precisó que en la atención de esta enfermedad no hereditaria, pero sí con tendencia genética, que puede llegar a provocar problemas de discapacidad, hay tres retos por atender.
El primero es el diagnóstico, que se tiene que hacer de forma certera y oportuna porque con ello se puede cambiar la historia de la enfermedad, comentó.
El segundo son las opciones al tratamiento, que sería uno de los más complicados que se ha logrado con el paso del tiempo, y el tercer reto es tratar de curar la enfermedad, pues sería ideal encontrar el medicamento que la erradique.
Los datos indican que se presenta en un hombre por cada dos mujeres, ataca a los adultos jóvenes de entre 20 y 40 años de edad.
Tiene varias manifestaciones comunes, como disfunción motriz, debilidad en extremidades, alteraciones visuales, deterioro cognitivo, fatiga constante, problemas vesicales e intestinales, disfunción sexual, pérdida de coordinación de movimientos y de la sensibilidad ante el dolor.
Jesús Flores recordó que cada paciente es distinto, por lo que la velocidad y gravedad de los síntomas son impredecibles y varían de persona a persona.
Abundó que la esclerosis múltiple ataca a los adultos jóvenes de entre 20 y 40 años y que no se define como una enfermedad hereditaria, pero sí existe una tendencia genética importante; es decir, una persona con antecedentes familiares de ese padecimiento aumenta casi 20 veces sus probabilidades de padecerla.
Se puede diagnosticar mediante una resonancia magnética y un examen médico llamado bandas oligoclonales en líquido cefalorraquídeo (LCR), a través del cual se busca proteínas relacionadas con la inflamación de esa sustancia o una serie de pruebas cognitivas.
En tanto el gerente de Servicios de Valor Agregado de Merck Serono México, Marcos Mar, comentó que pacientes con esta enfermedad son tratados con interferón beta 1-a, única sustancia con cuatro niveles de actividad en el organismo.
Estas son activación, amplificación, migración y reduce la inflamación, que ayudan a reducir las posibilidades de recaídas o progresión en el paciente.
Durante ocho años de aplicar ese fármaco se demostró que en 80 por ciento de los pacientes su mal no derivó en esclerosis múltiple secundaria progresiva, y debido a que es un tratamiento de por vida, se desarrollo RebiSmart, un dispositivo de inyección electrónica regulable.
Según expuso, es de uso fácil, con estándares de fiabilidad y seguridad para el tratamiento, prolonga el tiempo hasta la progresión, con lo cual se evita la discapacidad.
Además, el laboratorio creó el Programa de Apoyo a Pacientes REBIVE, el cual brinda educación sobre la enfermedad y su entorno.
También proporciona soporte de enfermería, capacitación y asesoría en el uso del dispositivo autoinyector, todas de manera gratuita a los pacientes y son entregadas al médico para un mejor control.