Las enfermedades hepáticas como el hígado graso que puede evolucionar a cirrosis y a cáncer se ubica entre las 10 principales causas de muerte en México.
Otro de los factores de mayor riesgo para desarrollar hígado graso, el cual puede evolucionar a fibrosis y cirrosis hepática es la obesidad.
Datos de la Secretaría de Salud revelan que 72 por ciento de las mujeres mayores de 20 años tiene obesidad y sobrepeso, así como 66 por ciento de los hombres mayores de 20 años.
Durante el Día de la Salud Hepática el secretario de Salud, José Ramón Narro Robles, destacó que la enfermedad hepática puede ser prevenible en la mayoría de los casos, debido a que existen vacunas contra el virus de la hepatitis B; se puede diagnosticar de manera temprana la hepatitis C para evitar que evolucione a cirrosis, y también se pueden evitar malos hábitos.
Un factor fundamental para prevenir la enfermedad hepática, tiene que ver con la dieta de las personas, evitando el consumo de grasas y alcohol.
Subrayó que “la salud inicia en casa” porque cada uno decide qué alimentos consumir.
Enrique Wolpert Barraza, presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa) expresó que cuando más del 5.0 al 10 por ciento del peso del hígado es grasa, se considera que la persona tiene hígado graso, y si no se atiende puede evolucionar a cirrosis y hasta a cáncer de hígado.
En ese sentido, señaló que con una alimentación balanceada, actividad física y hábitos de vida positiva se puede cuidar la salud hepática.