Ahora el pristimerin y lupeol los cuales son dos compuestos químicos extraídos de plantas que en investigaciones iniciales han mostrado potencial para convertirse en “condones moleculares” unisex.
Polina Lishko, profesora asistente de biología celular y molecular en el campus Berkeley de la Universidad de California, explicó que las sustancias contenidas en estos condones moleculares no matan a los espermatozoides, sino reducen su capacidad de movimiento.
En las pruebas que se han hecho, se observa que ambos compuestos evitan la movilidad de la cola del espermatozoide y en consecuencia su impulso hacia el óvulo, lo que evita la fertilización. Además en los experimentos se encontró que no generan efectos ocultos como sí lo hacen los anticonceptivos basados en hormonas que se usan actualmente en humanos.
Los dos químicos actúan como virtuales condones moleculares, señalan los autores de la investigación en Proceedings of the National Academy of Sciences citada por la BBC.
De esa manera los compuestos se podrían emplear como anticonceptivos antes o después de una relación sexual, incluido uso de emergencia, parche en la piel o anillo vaginal.
El único inconveniente para su producción es el tema económico, ya que aunque la dosis para que ambas sustancias funcionen como condones molecular es baja, su concentración en las plantas de las que se extraen, también son mínimas. Esperemos que más investigación y un uso correcto de los compuestos químicos de estas plantas resulte en que baje el costo de producción y pueda ser comprado y usado por cualquier persona.