Cuidando de mamá

Cuidando de mamá

Los adolescentes se preocupan por sus padres quizá más de lo que éstos piensan. Sus conflictos internos y la necesidad de construirse una identidad propia para sentirse adultos les hacen adquirir posturas que despistan a sus progenitores. Pero el hecho de que se enfrenten a determinadas normas o que pongan en cuestión ciertos valores no quiere decir que no les importe lo que escuchan en casa.Tampoco conviene interpretar su silencio como una forma de desapego a la educación que reciben. En cuanto a los padres, excesivamente ocupados a veces por la tarea de procesar psicológicamente los cambios de los hijos, no se enteran con frecuencia de lo que a éstos les pasa.No es raro si pensamos que tienen ante sí el difícil trabajo de despedirse del niño o la niña que tenían a su lado para organizar una relación nueva con el hombre o la mujer que empieza a emerger de ellos. No olvidemos que la relación entre padres e hijos es uno de los vínculos amorosos más conmovedores que existen porque afecta a la parte menos razonable y más emocional del ser humano. Y en esta relación, en algunas ocasiones, se intercambian los papeles.La tristeza de los mayoresUna joven adolescente, María, preguntaba qué podía hacer para que su madre, a la que veía muy deprimida, pudiera resolver su situación y volver a ser como antes. La depresión materna guardaba relación con síntomas menopáusicos que a veces coinciden con la adolescencia de las hijas. María pedía consejo para ayudarla, pero no quería que su madre se enterara de que nos había escrito. ¿Por qué? ¿Qué le pasaba a ella? ¿Hasta qué punto se había convertido en madre de su madre?Es muy probable que María tenga dificultades para organizar una identidad propia, porque se identifica con su progenitora. Pero también necesita separarse de ella sin sentir culpa. Si la madre se deprime justo cuando María realiza los primeros ensayos de separación, lo lógico es que la chica se sienta culpable porque tiene la fantasía inconsciente de que su alejamiento la daña. Para contrarrestar ese sentimiento de culpa se ocupa de ella. María no consigue discriminarse de su madre y por eso no quiere que se entere de que nos ha escrito. En realidad, necesita ayuda para sí misma, pues su madre está ocupando demasiado tiempo de su pensamiento y se está convirtiendo en un modelo tan frágil que le será difícil identificarse con ella en el futuro. No obstante, si María se preocupa así, es porque al cuidar a su madre le está devolviendo algo de lo que recibió. El problema es que lo hace demasiado pronto. Los padres ocupan mucho espacio en el pensamiento de los adolescentes. Ya sea rechazando su ayuda o (como en el caso de María) intentando cuidar de ellos, los padres siempre son el punto de referencia desde el que el adolescente actúa.Amor de hijoSi el joven encuentra a sus padres demasiado vulnerables, o nota que no les preocupa lo que le ocurre, siente rabia, pues piensa que no le quieren como es. Le fallan los modelos en los que apoyarse y puede volver su agresividad contra sí mismo, lo que se manifiesta en depresiones o enfermedades de tipo psicosomático. En el fondo, quiere a sus padres tanto que, para salvarles, se perjudica a sí mismo.

adolescentespadrespreocupacion