Depresión postvacacional

Depresión postvacacional

Evitar que la vuelta de vacaciones sea tediosa, poco llevadera o demasiado triste, requiere de algunos cuidados. Te planteamos algunas recomendaciones:Durante tus vacaciones queda terminantemente prohibido contactar con el trabajo. Olvídate del móvil, del correo electrónico, de llamar a los compañeros "para ver cómo va la cosa"… Nadie es imprescindible y la empresa no se va a hundir porque desaparezcas unos días. Vuelve a la ciudad antes de la temible "rentrée laboral". El pulso cotidiano de tu residencia habitual conseguirá que experimentes antes la sensación de "volver a casa" que la de "vuelta al trabajo". Además, así podrás aprovechar para hacer lo que necesites sin agobios.Asume que la mayor parte del año no son vacaciones. Después de gozar de tu descanso has cargado las pilas y cuentas con una energía mental renovada; aprovéchala. Aunque te sientas irascible piensa que esa angustia es un problema hasta cierto punto normal, pero que no debe dominarte. Intenta reincorporarte a tu puesto a partir del miércoles para que tu primera semana sea más corta y llevadera, y tómate el primer día como sanamente improductivo.Recuerda los tiempos en los que volvías al colegio después de las vacaciones y tenías ganas de contárselas a todo el mundo. Salvo cosas muy urgentes o importantes concédete un respiro extra dando a tus colaboradores externos una fecha posterior a tu reincorporación real. Así tendrás más tiempo para organizarte, revisar tu correo y ponerte al día. No te incorpores a la vorágine a un ritmo muy acelerado. Aprende a motivarte. Si tu trabajo te parecía aburrido antes de irte… seguirá siéndolo a la vuelta. Si ése es tu caso, establece los cambios necesarios (y realistas) para que la nueva etapa sea más gratificante: plantearte nuevos objetivos, cambiar las rutinas diarias…Si lo necesitas, echa mano de las técnicas de relajación. Prueba a tumbarte en un lugar tranquilo y cómodo, y respira profundamente tres veces. Elimina toda la tensión de tu cuerpo, relajándolo desde los pies a la cabeza. Intenta no pensar en nada, dejar tu mente en blanco para poder dormir. Encuentra tu manera de desconectar. Si eres de las que se va con la oficina a cuestas, recuerda: si la jornada ha sido tensa, dedica el tiempo que necesites a relajarte antes de entrar en casa y descargar tu negatividad contra quien no tiene la culpa.

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