Desencuentros sexuales

Desencuentros sexuales

Los conflictos del hombre para llevar a cabo un encuentro sexual gratificante con la mujer están determinados por miedos inconscientes. Los síntomas que dan cuenta de una angustia que no puede controlar y que le domina son, sobre todo, la impotencia y la eyaculación precoz. Ambos ponen en cuestión su virilidad, pues tradicionalmente se identifican como signos de no valer lo suficiente o de no ser un hombre. ¿Cuáles son las razones que desencadenan esa angustia? ¿Qué representaciones y fantasías le imposibilitan convertir en realidad su deseo? Enrique no podía entender lo que le ocurría con Ana, pues jamás le había pasado. Se sentía enamorado por primera vez en su vida, después de muchas aventuras y de un matrimonio fallido. Era consciente de su amor, porque nunca antes había querido así. Deseaba mostrarle que la amaba, pero no era capaz de consumar el acto sexual.La primera vez se sorprendió mucho. Ahora, que le había vuelto a pasar, no sabía qué hacer, salvo angustiarse. Enrique tiene 42 años. Separado desde hace tres años, siempre ha sido un mujeriego. Esta afición por las mujeres, que provocó la ruptura de su matrimonio, ocultaba también su temor hacia ellas Creía que su vida sexual había sido muy satisfactoria hasta que conoció a Ana. Se enamoró y llegó la angustia de no poder consumar el acto sexual con ella. En ese momento, Enrique piensa que no le quiere y que la va a perder. Su excitación no se mantiene porque sus pensamientos le distraen de lo que hace. Enrique es el mayor de tres hermanos. Sus padres jamás se llevaron bien y discutían a menudo. Él se convirtió en el apoyo de su madre, mientras su padre se ausentaba cada vez más. En el juego de identificaciones que el chico lleva a cabo con su padre, Enrique tuvo dificultades. Le quería mucho, pero le odiaba por todo lo que había hecho sufrir a su madre. Esto le hizo quedarse prendido de su progenitora, a la que quería compensar. De esta forma, se identificó con su padre, convirtiéndose en un mujeriego, aunque en realidad hasta que apareció Ana no había querido a ninguna, pues esto habría representado traicionar a su madre, que hasta ese momentoSiendo un mujeriego, Enrique evitaba caer en una dependencia que vivía de forma agobiante. No comprometiéndose, tampoco dependía de ninguna. De este modo, tampoco podían abandonarle, pues era él quien tomaba este tipo de decisiones. La angustia del hombre ante el encuentro sexual con la mujer se produce a causa de un conflicto interno que bloquea la posibilidad de una relación gratificante. En estos casos, el hombre rechaza la intimidad porque, inconscientemente, elije a alguien que le evoca demasiado a la figura materna, lo que activa fantasías y deseos que le provocan culpa y le impiden un encuentro sexual satisfactorio. Así, se ve llevado a buscar mujeres con las que no puede ejercer de hombre y con las que se convierte en un niño. Un miedo muy importante en el hombre que sufre eyaculación precoz es el de dañar a la mujer, porque se imagina el acto sexual como algo violento. El resultado es la frustración y la ausencia de placer para la pareja. De este modo, el acto sexual queda reducido a una mera inseminación

desencuentrosmiedosexuales