Varios estudios sobre la Red dicen que uno de cada cinco adictos a Internet se enganchan a alguna actividad que tiene que ver con el sexo. "Está loco por su ordenador""Llevo casada 12 años y la relación con mi marido es satisfactoria. Tenemos dos hijos, un buen trabajo y los problemas normales de cualquier familia, aunque, desde hace tres años, nuestras relaciones sexuales han disminuido, no sólo por mi parte, sino también por la de él. Hasta ahora no me preocupaba mucho, pero me he dado cuenta recientemente de que mi marido pasa mucho tiempo delante del ordenador. Se acuesta cada vez más tarde, teclea como un poseso, participa en chats y habla sin parar de personas que yo no conozco. A raíz de ello, está irritable, incumple sus horarios y yo lo siento muy lejos de mí y de nuestros hijos. Sé que está siempre pendiente de llegar a casa y conectarse a Internet. Me gustaría saber qué puedo hacer y qué le está pasando." R. L., Laredo (Cantabria)Si quieres saber qué le está pasando a tu marido, habla con él y coméntale tus temores. Es necesario que valoréis juntos las consecuencias que su actitud está teniendo en vuestra vida.Aproximarte a él supone reencontrar a ese hombre cercano que se está alejando. No es nada fácil saber que otra vez está en frente del ordenador o esperando que llegue ese momento.Debes saber que ambos necesitáis ayuda y que no debes culparte por lo que está sucediendo. Tu marido sufre una adicción y eso es algo que tú no puedes controlar. (María Jesús Mañes) Internet y la parejaInternet es una herramienta que está creando una nueva forma de comunicación, nos ayuda a buscar datos, nos facilita gestiones… Tiene ventajas para la educación, el comercio y el entretenimiento y enriquece al individuo en su desarrollo.Pero recientes estudios que se han hecho sobre la Red, dicen que uno de cada cinco adictos a internet se enganchan a alguna actividad que tiene que ver con el sexo. Páginas con contenidos de este tipo, y sobre todo los chats eróticos, son los sitios de internet más visitados por las personas que no reconocen esa adicción.Muchas parejas se resienten de ello en silencio y muchas no se dan cuentan de lo que les está pasando. Algunos viven en una nube, donde pueden inventarse a sí mismos, olvidarse de la realidad, convertirse en el personaje que desean y actuar en consecuencia.Así, si una persona es pasiva en la vida real puede ser activa en el ciberespacio; si es inhibida, puede comerse el mundo e inventarse una historia distinta cada día. De esa manera, se establecen relaciones donde el otro también juega así. Entonces surge un curioso intercambio: se puede decir cualquier cosa y se comparten miedos y fantasías.La soledad como escudoEncerradas en la soledad, muchas personas se conectan y empiezan a sentir un cosquilleo, un nerviosismo y una ansiedad que les impide parar. El anonimato les da la oportunidad de actuar como quisieran y sin ser descubiertos.En la adicción sexual, la persona está obsesionada con la actividad sexual, y ésta se convierte en el centro de toda su vida. Esa dinámica enfermiza le impide detenerse y siente una gran impotencia cuando se da cuenta de que no puede hacer nada.Al mismo tiempo, esa persona está deseosa de parar la conducta, pero no puede, y los sentimientos contradictorios que surgen en ella son de fracaso y de culpabilidad.Los componentes fundamentales de los trastornos adictivos son la perdida de control y la dependencia.Hay muchos chats que invitan a la interacción erótica: la persona se siente anónima, elige la fantasía sexual que desea y escapa de la realidad, de su realidad.A veces, la adicción encubre un trastorno psicológico o una carencia que se expresa a través de la dependencia a la Red.Hazte algunas preguntas- ¿Cuántas horas pasas conectada?
– ¿A veces te sientes impaciente por llegar al ordenador?
– ¿Estás teniendo problemas relacionados con el uso que haces de la Red?
– Por esa causa, ¿las personas más cercanas piensan que tienes problemas y no lo reconoces?
– Cuando no estás conectado, ¿sientes ansiedad, agitación psicomotora, pensamientos obsesivos (como sí estuvieras perdiéndote algo), fantasías repetitivas, etc?TE AYUDARÁ- Admitir el problema, no negarlo.
– Buscar ayuda profesional. En el tratamiento, tras la abstinencia, vas a aprender a controlar el tiempo de conexión, la ansiedad y los cambios que son necesarios en tu vida y a tomar el control de tu existencia.