La investigación realizada en el Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada por Francisca Pérez, y dirigida por Isabel Peralta e Inmaculada García, revela que las mujeres inmigrantes en comparación con las españolas tienen un mayor riesgo de sufrir estrés. Ello se debe a factores como su situación irregular, sentirse discriminadas por razones religiosas o culturales, no entender el idioma o tener que modificar su dieta.La consecuencia es que estas mujeres sufren trastornos posteriores al parto como depresión, obsesión, compulsión o ansiedad fóbica. Trastornos psicológicos que requerirían de un tratamiento posterior a dar luz para solucionarlos pero que en la mayoría de los casos no es así.El estudio da a conocer además aspectos como que las inmigrantes acuden más tarde que las españolas al hospital, una media de doce semanas frente a seis de las nacionales, lo que hace que se hagan menos ecografías, y que acuden menos a las clases de preparación del parto.El estudio ha analizado a 83 mujeres extranjeras y a otras tantas nacionales en los periodos 2009 y 2011, analizando su historial clínico, su partograma y sus registros de enfermería. Además, se contemplaron variables como hábitos de salud, número de ecografías, etc.