La píldora del día después
En 2005 se vendieron en nuestro país medio millón de píldoras del día después, tres veces más que en 2001, año en el que se despacharon 160.000 unidades. De hecho, los catorce centros de la capital, que la dispensan gratis desde el pasado mes de mayo, han aumentado sustancialmente su demanda, pasando de algo más de 18.000 dosis en 2001 a casi 58.000 en pasado año.
Las principales consumidoras de este producto son mujeres de entre 15 y 29 años con pareja estable, en la mayor parte de los casos, que recurren a la píldora del día después tras haber mantenido relaciones sexuales sin protección.
El gran aumento en el consumo de este método anticonceptivo de urgencia resulta realmente preocupante ya que revela que aún siguen produciéndose miles de embarazos no deseados cada año en España. La Ministra de Sanidad, Elena Salgado, considera que esto se debe a que los jóvenes no perciben los riesgos reales de mantener relaciones sexuales sin preservativo y con el fin de evitar que siga ocurriendo, promovió recientemente una campaña para fomentar su uso, sobre todo entre los adolescentes. Su mensaje no podía ser más elocuente:
Si no tomas precauciones, ¿sabes quién actúa? Actúa: el herpes genital, la sífilis, el SIDA, la hepatitis B, la clamidia, la gonorrea y el embarazo no deseado. En tus relaciones sexuales utiliza el preservativo.
El anuncio estaba ambientado en un concierto de música, en el que los grupos advertían a los jóvenes sobre los riesgos de mantener relaciones sexuales sin preservativo.
El Ministerio de Sanidad lleva años promoviendo el uso del preservativo entre los jóvenes y ha llevado a cabo todo tipo de campañas para fomentarlo, incluido el reparto de condones entre los adolescentes. Sin embargo, los datos no reflejan los esfuerzos de las autoridades y a día de hoy muchas chicas siguen quedándose embarazadas sin quererlo. Además, ya al margen de los embarazos no deseados, no hay que olvidar que el preservativo es el único anticonceptivo que previene del contagio de enfermedades venéreas, como el SIDA.
Impotencia masculina