Riéte un poco más

Riéte un poco más

La risa nos libera. Cuando es espontánea nos asalta en el momento más inesperado despertando una satisfacción inmediata.Si nos cuentan un chiste, por ejemplo, y éste es bueno, no sabemos de antemano el sinsentido que provocará nuestra carcajada. Se trata de un reflejo a mitad de camino entre una descarga motora y la psíquica.Pero, ¿por qué la risa es liberadora? ¿De qué nos descarga? ¿Por qué supone una ganancia de placer en sí misma? La vida nos plantea situaciones difíciles y el psiquismo necesita distensión.El humor es esa licencia que encuentra el ser humano para sobrellevar el malestar de la existencia. La risa es el efecto que provoca el humor.Pensamiento infantilEn el ensayo ("El mecanismo de la risa"), el novelista húngaro Arthur Koestler decía: La risa es un reflejo más, pero es único en cuanto no aparenta tener ningún propósito biológico. Podríamos llamarlo un reflejo de lujo. Su única función parece ser la de proporcionar alivio a la tensión. Koestler diferencia la sonrisa (la risa que voluntariamente podemos ejercitar), de la risa como actividad refleja y espontánea.Sigmund Freud, por su parte, afirmaba que no siempre la risa es indicio de placer, pero sí lo es la provocada por el chiste.Para explicar el proceso psíquico por el cual el sujeto obtiene esa ganancia de placer, Freud indagó en la lógica de las bromas. En su artículo "El chiste y su relación con lo inconsciente" observó cómo éste se cuela en el pensamiento infantil que cada adulto mantiene de modo inconsciente. En esa medida, permite, en poco tiempo, conectar con un modo de pensamiento inhibido por la razón.La comicidad surge cuando se encuentran dos lógicas contrarias (la convencional y la que aparece cuando se suspende el juicio crítico). En este sentido, la risa permite descargar emociones que fueron reprimidas en la infancia y que hallan una vía de escape a la censura de la conciencia. Por eso nos podemos reír de situaciones y de hechos que, fuera del marco jocoso, nos resultarían inadmisibles.Pensamiento infantilEn el ensayo ("El mecanismo de la risa"), el novelista húngaro Arthur Koestler decía: La risa es un reflejo más, pero es único en cuanto no aparenta tener ningún propósito biológico. Podríamos llamarlo un reflejo de lujo. Su única función parece ser la de proporcionar alivio a la tensión. Koestler diferencia la sonrisa (la risa que voluntariamente podemos ejercitar), de la risa como actividad refleja y espontánea.Sigmund Freud, por su parte, afirmaba que no siempre la risa es indicio de placer, pero sí lo es la provocada por el chiste.Para explicar el proceso psíquico por el cual el sujeto obtiene esa ganancia de placer, Freud indagó en la lógica de las bromas. En su artículo "El chiste y su relación con lo inconsciente" observó cómo éste se cuela en el pensamiento infantil que cada adulto mantiene de modo inconsciente. En esa medida, permite, en poco tiempo, conectar con un modo de pensamiento inhibido por la razón.La comicidad surge cuando se encuentran dos lógicas contrarias (la convencional y la que aparece cuando se suspende el juicio crítico). En este sentido, la risa permite descargar emociones que fueron reprimidas en la infancia y que hallan una vía de escape a la censura de la conciencia. Por eso nos podemos reír de situaciones y de hechos que, fuera del marco jocoso, nos resultarían inadmisibles.

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