La eyaculación precoz es la enfermedad sexual más común entre los varones y los organismos médicos estiman que, aproximadamente, uno de cada cinco la padecerán alguna vez a lo largo de su vida. Sin embargo, a pesar de que el "tabú del sexo" parece que hace años que se rompió, el estigma y la vergüenza previenen la búsqueda de ayuda y asesoramiento por parte de los varones que padecen esta afección.Según revelan las conclusiones del informe "uno de cada tres hombres que padece PE se siente molesto, avergonzado o deprimido. La mitad de ellos se hacen culpables de la enfermedad y creen que es un fallo causado por ellos". Además, el 25% reconoce que este hecho les afecta en otros ámbitos de su vida, volviéndose "menos seguros también fuera del dormitorio".Más de la mitad de los hombres con eyaculación precoz y el 44% de sus parejas de cama reconocen que no están satisfechos con su vida sexual, la misma cifra de varones que admite no haber hablado con nadie sobre su enfermedad, ni siquiera con sus parejas.La cifra aumenta cuando se trata de sus parejas, que no reconocen que su compañero de alcoba padece PE en un 70% de los casos. No se busca información ni soluciones a un problema que, al silenciarlo, parece que no existe; sólo uno de cada diez hombres acude al especialista a tratarse por ser un tema "demasiado embarazoso" (casi la mitad) o porque, simplemente, "no creen que el médico pueda ayudarles" (28%).