La tendencia actual es el Slow sex encuentros sexuales más placenteros. De acuerdo con una investigación publicada en la Revista de Medicina Sexual de Estados Unidos en 2008, un coito adecuado dura de 3 a 7 minutos; uno deseable de 7 a 13 minutos; uno demasiado corto de 1 a 2 minutos y uno demasiado largo de 10 a 30 minutos. Este lapso no incluye la estimulación erótica previa al acto sexual.
Nosotras las mujeres necesitamos una media de 10 a 20 minutos para estar suficientemente excitadas para el clímax, dependiendo del método y de cada mujer. El Slow Sex, no solo propone disfrutar lentamente y dedicar tiempo de calidad al encuentro sexual, sugiere comenzar antes de entrar a la alcoba.
Es un ritual en donde el juego, ambiente, detalles, luz, caricias y el cuerpo mismo, son los medios que las parejas pueden utilizar para hacer de la intimidad todo un momento excitante.
Otro artículo, de la revista Men’s Fitness, titulado Why Slow sex is better (Porque el slow sex es mejor), firmado por la psicóloga Belisa Vranich, apunta una verdad tan grande como una casa: “Que una mujer esté mojada, no quiere decir que se encuentre cerca del clímax”.
Los estudios científicos demuestran que lo ideal sería invertir un promedio de 20 a 30 minutos en un acto sexual habitual. Si se trata de un encuentro sexual más elaborado, se sugiere como mínimo un precalentamiento de 15 minutos y como mínimo un coito de 15 minutos y otros minutos más en el pos. Podríamos estar hablando de 40 minutos sin que haya prisa, en cámara lenta, que la pareja se tome su tiempo en un acto donde se lleve y se mantenga a lo más alto del placer a las dos partes para una relación sexual placentera.
En su libro Slow sex (Sexo sin prisas), Diane Richardson propone algunas “posturas rotativas sobre el eje de conexión genital”, es decir, ir cambiando de posición, sin perder la conexión genital, para que los movimientos, profundidades y ritmos de las pelvis creen nuevos estímulos. La idea es variar de movimiento cada vez que se está cerca del orgasmo, para prolongarlo.
- Mantener al sexo como una prioridad
- Explorar todas las zonas erógenas del cuerpo para obtener máximo placer
- Recuerda que el encuentro sexual inicia con los pensamientos, fantasías y deseos
- Crea el ambiente idóneo para propiciar el encuentro, puede ser con salidas, insinuaciones, mensajes cariñosos o ardientes durante el día
- Para que el sexo sea una prioridad, aparta días y horas de la semana para tu intimidad
- El deseo sexual puede no aparecer desde un principio, pero con un estímulo adecuado se enciende
- No hay ninguna prisa y por lo tanto la sensación de plenitud es máxima
- No se olvida la experiencia, se guarda como un tesoro y fortalece el amor de la pareja