Los bancos del tiempo son un lugar de encuentro para el intercambio de tareas. Su moneda simbólica es la hora. Esta iniciativa, que trata de romper con el aislamiento y la soledad que se vive en las grandes ciudades, cuenta en España con más de 60 funcionando y alrededor de unos 200 usuarios en cada uno de ellos, lo que supone unos 12.000 alrededor de toda la geografía.Las tareas que se intercambian son múltiples, tales como labores domésticas, acompañamiento de personas mayores o niños, clases de idiomas, de informática o cuidado del cuerpo y la salud, cocina, dar conversación, bricolage, acompañar a excursiones o hacer gestiones o recados. El precio de estas tareas es siempre el mismo: la hora.Cada persona adscrita al banco dispone de un talonario de tiempo en el que el llamado "agente del tiempo", anotará tanto las horas dadas como las recibidas, de modo que nunca debe de haber más de 20 de diferencia entre el tiempo que se oferta y el que se demanda.La Asociación Salud y Familia, una organización que gestiona el proyecto promovido por el Ayuntamiento de Barcelona, lleva diez años coordinando Bancos del Tiempo. Comenzaron con un proyecto piloto en 1998 en Guinardó (Barcelona) y ahora en esa ciudad hay seis bancos.