Se abren las puertas y dos centinelas árabes nos indican con sus antorchas que podemos acceder al recinto. La luna llena facilita el camino para los curiosos viajeros. El olor a jazmín impregna la brisa de una tarde más cercana al templado verano que al frío otoño. Aunque ya han pasado unos días, quienes tuvieron la oportunidad de verla de noche, aún no han podido olvidarlo. Y es que sólo fueron unos pocos los privilegiados que pudieron disfrutar de una visita única: un recorrido nocturno por la Alcazaba.Esta invitación fue posible gracias a la iniciativa que recientemente puso en marcha la asociación cultural Zegrí con el objetivo de dar a conocer la historia de este palacio-fortaleza, sin duda uno de los principales referentes culturales de Málaga.El recorrido incluye los rincones más significativos hasta llegar al Palacio Nazarí: la Torre del Horno, las esculturas íberas, la puerta de Bóveda Baída, el Arco del Cristo, las columnas griegas y romanas, los jardines y sus fuentes A medio camino, en el Patio de los surtidores, unos guardias sorprenden a los visitantes y los acompañan hasta un patio en el que tiene lugar la recreación de un espectáculo. Comienza a sonar la "darbuka" mientras una mora juega con fuego en su particular danza oriental. Atravesando la arcada, se llega a una habitación que, a modo de balcón, invita a contemplar las preciosas vistas de la ciudad encendida. Quienes tuvieron la posibilidad de dar este paseo por la malaka romana y la málica musulmana, tuvieron la misma impresión final: «Ha valido la pena».María Rodríguez, voluntaria de Zegrí, ha sido la encargada en esta ocasión de mostrar a los improvisados turistas los secretos y los encantos de este mágico lugar. Pero no sólo lo hace valiéndose de datos o fechas, sino a través de explicaciones amenas, de anécdotas y curiosidades. Con ello pretende demostrar el valor de una joya arquitectónica (declarada Monumento Nacional en 1931) tan cercana y a la vez tan desconocida para el malacitano. De hecho, hubo más de un sorprendido al saber que, siendo malagueño, no conocía el célebre monumento. Otros que hacía décadas que no la había visitado: «Es una idea estupenda. Vinimos hace muchos años, pero me ha sorprendido la visita porque de noche cambia totalmente» confesaba Isabel Gómez. «Estaría bien que lo hicieran más veces, pero deberían de informar con más antelación», se lamentaba Lourdes Pérez. Y con razón, hubo muchos grupos que se quedaron a la espera. Pero no se trataba de una falta de organización de la asociación (de hecho ofrecieron una rueda de prensa), sino de la respuesta masiva por parte del público. Tal como confirma Juan José Morales, secretario del colectivo: «Desde Zegrí, planteamos esta iniciativa como una experiencia piloto. Sólo habíamos programado una visita o dos para el día 28 de septiembre. Sin embargo, tras la presentación oficial, recibimos más de 600 peticiones. Es por esto por lo que decidimos ampliar el número de turnos». Así lo hicieron. Ofrecieron hasta tres y cuatro visitas por noche durante cuatro días. Y parece ser que les ha ido bien. Salvador Jiménez, presidente de Zegrí, lo confirma: «Nuestras expectativas han sido sobrepasadas con creces».Para quienes perdieron su oportunidad, las puertas de la Alcazaba volverán a abrirse al caer la tarde. Pero para ello habrá que esperar, según se prevé, a finales de la próxima primavera.Zegrí no cesa en su empeño por dar a conocer y fomentar el patrimonio histórico de la ciudad. Todo es poco para acercar la cultura a pie de calle porque, como ellos mismos reconocen: «La gente está demandado iniciativas de este tipo».