Búzios, una pequeña ciudad a 190 kilómetros de Río de Janeiro, está situado en una península de ocho kilómetros, rodeada de islas y de 23 playas que ofrecen arenales con tranquilas aguas cálidas y otros con grandes olas y aguas más frías. Entre éstos se encuentran las de Geribá, Joao Fernández, Ferradura, Ferradurinha, Rasa, Manguinhos, Tartaruga, Brava y la nudista Olho-de-Boi. Sus fuertes vientos garantizan la práctica de la vela, el surf y el vuelo libre.Los paseos por sus playas en barco, catamarán con fondo de cristal, buggy o trolley, sirven para obtener una buena panorámica de la zona. Las embarcaciones salen de la playa de Armação y los circuitos que abarcan doce playas y dos miradores duran entre dos y cinco horas. Aunque también se pueden recorrer las playas por cuenta propia durmiendo en las múltiples posadas con encanto con que cuenta Búzios.Después de visitar cualquiera de las playas de la península, una buena idea es darse una vuelta por la Orla Balot, en el centro Búzios. Durante el paseo se pueden contemplar haciendas históricas, caserones coloniales, comunidades de marineros que pescan artesanalmente y también las estatuas erigidas a personajes como Brigitte Bardot, el presidente Juscelino Kubitschek o la del homenaje a los Tres Pescadores, que se expone desde dentro del mar.Deporte y comprasPara los amantes del golf, el "Búzios Golf Club", a diez minutos del centro. Considerado uno de los mejores de América Latina, el campo de 18 hoyos ocupa 760.000 metros cuadrados y fue diseñado para integrar y resaltar los accidentes geográficos del terreno, la naturaleza que lo rodea y su topografía y así ofrecer una experiencia única a los jugadores.Por la noche, Rua das Pedras, donde se encuentran los principales bares, restaurantes y clubes de la ciudad. También hay tiendas de moda de playa, de regalos, decoración y galerías de arte. Durante la temporada alta, de noviembre a marzo, los establecimientos abren a mediodía y cierran de madrugada.Próximo a la Rua das Pedras, se encuentra la playa Santos Dumont, que cuenta con una popular feria de artesanos que ofrecen objetos de cuero, arcilla, cerámica, bijouterie, esculturas en bronce y madera, coloridas pinturas y joyas de oro, plata y piedras preciosas.Cada día se puede comer en un lugar distinto. Hay restaurantes de comida brasileña, italiana, oriental, mexicana, francesa y argentina.