Nada más llegar a la ciudad algo nos hace sentir que nos hallamos en un lugar que fue maravilloso. Se percibe un ambiente de leyenda impregnado por las bandas de jazz y por la amalgama de culturas de su profunda e intricada historia.Rodeada por el río Misisipi y el lago Pontchartrain, y emplazada en el centro de una de las zonas con más actividad de huracanes del planeta, la inundación de Nueva Orleans (Luisiana) era la crónica de una muerte anunciada. Sus habitantes sabían que si un día el mar saltaba la pequeña montaña que lo separa de la ciudad, Nueva Orleáns sería totalmente inundada. Los estragos causados por el "Katrina" así lo han confirmado.Ahora, el mítico Barrio Francés recibe primer carnaval en Nueva Orleans desde el embate del último huracán mientras las mansiones coloniales se recuperan de la embestida de la naturaleza. Porque Nueva Orleáns era y quiere ser una ciudad bella, la única en el mundo que está tres metros por debajo del nivel del mar.Poco a poco la ciudad renace. Alegría y diversión comienzan a retomar cada esquina. Tal vez sea por el espíritu de las bandas de jazz que siempre han tocado enfrente de la catedral de San Luis. El carnaval es una mezcla de tradiciones y culturas con orondas y coloristas "mamis" candomberas.La ciudad del Missisippi conjura esas y otras muchas imágenes: el mundialmente famoso French Quarter -bordeando el Río Mississippi y con numerosos hoteles clásicos- riverboats, un carnaval comparable al de Río que culmina el día de Mardi Gras (Martes Gordo), el jazz de Bourbon Street, el "hoodoo" -el vudú llevado por los haitianos a Nueva Orleáns-, el panteón de Lois Armstrong… y era visitada al año por millares de personas, principalmente debido a su impresionante centro de convenciones.En esta ciudad rica en historia, merece la pena un viaje en bote de vapor por el Mississippi; salir de noche para disfrutar de las magnificas bandas de jazz y blues de sus múltiples restaurantes y bares; hacer una excursión a los pantanos, y probar la comida cajún.Nueva Orleáns es USA pero es otro mundo y eso también se nota en la gastronomía. Para comer tenemos, por un lado, la cocina criolla, algo picante, y por otro, la alta cocina francesa, a precios francamente prohibitivos.Para alojarse, se puede reservar y consultar tarifas en http://nueva.orleans.guia-de-hoteles.com/, y para volar hasta allí lo mejor es llamar a Delta Airlines (Tel. 91 577 06 50).