Las Casas Colgadas

El viaje a Cuenca, cincelada sobre un rocoso y empinado conglomerado de piedra caliza, es una apuesta segura para vivir una experiencia inolvidable que pocos enclaves de la geografía española pueden ofrecer. Esta ciudad medieval, que aparece custodiada por los ríos Júcar y Huécar, está ubicada a mil metros de altitud sobre el nivel del mar.Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la primera referencia histórica de Cuenca data del año 784. Año en el que se tiene constancia de la alcazaba árabe de Kunka, una plaza fuerte construida para aprovechar su privilegiada posición. Con el paso del tiempo, Cuenca ha quedado dividida en dos: la parte baja, donde está ubicada el centro económico y social; y, la parte alta, que conversa el testimonio del pasado.Son numerosas las referencias históricas y los lugares de interés que esta cuidad ofrecer al visitante, por lo que te recomendamos un recorrido de varias jornadas para que no pierdas detalle alguno. En tu itinerario deben figurar: los restos de la muralla medieval, la torre de Mangana, la Puerta de San Juan, sus históricas y múltiples iglesias, el primitivo castillo árabe, el palacete de los Clemente de Aróstegui y la casa del Corregidor. Aunque uno de los principales y modernos atractivos de la ciudad también se localiza en el Museo de la Ciencia de Castilla-La Mancha, de los más importantes de todo el Estado de los dedicados al mundo de la ciencia.Y desde luego su Plaza Mayor, centro neurálgico de la ciudad, donde se puede contemplar el edificio barroco del siglo XVIII de la Casa Consistorial, el Convento de Las Petras y la Catedral. Ésta última se trata de una edificación, dedicada a Nuestra Señora de Gracia, con una mezcla de estilos y elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos, entres otros. La más importante de sus cuarenta capillas es la de los Caballeros, fundada en el siglo XIII y reconstruida en el Renacimiento.El reclamo de las Casas ColgadasPero sin lugar a dudas, el reclamo por excelencia de Cuenca son sus Casas Colgadas. Desde la Plaza de Ronda, y a través de un pasadizo horadado en la roca, accedemos al metálico Puente de San Pablo, desde el que podemos gozar de la belleza de las Casas Colgadas al Huécar, así como de la panorámica del resto de edificios construidos al borde de la hoz. Estas pintorescas casas, emblema conquense, datan del siglo XIV, y recibían el nombre de Casa del Rey y Casa de la Sirena.Tras el derrumbamiento del primitivo puente de piedra del siglo XVI se transformó en 1902 en la actual pasarela de hierro y madera que conduce al convento de San Pablo, actual parador nacional de turismo. El convento fue fundado en 1523 para los dominicos y consta de una de las fachadas más bellas de la ciudad, en estilo barroco.El último destino en el casco antiguo de la ciudad será el barrio de San Martín, donde encontraremos el Jardín de los Poetas o la iglesia de San Martín. Bajamos para llegar al valle del Huécar, frente al auditorio moderno. Cerca de aquí se halla también la iglesia del Salvador, la más importante parroquia durante el siglo XIX. Las escalinatas del Gallo nos conducirán a la parte nueva de la ciudad.