Si buscas desprenderte del estrés y centrarte en disfrutar de cada minuto con total relajación, apúntate a la moda de las ciudades slow donde el tiempo transcurre con lentitud y las prisas quedan totalmente erradicadas. Se trata de un movimiento fundado en 1999 por el sociólogo y crítico gastronómico italiano Carlo Petrini, cuyo fin es combatir el ritmo de vida frenético.La primera ciudad en obtener este distintivo de calidad fue Bra (Italia) y desde entonces la ciudad slow se ha extendido a otros países como Gran Bretaña, Alemania, Japón, Suecia o Brasil. Asimismo, en España contamos con Pals (Girona), Bigastro (Alicante), Rubielos de Mora (Teruel), Lekeitio y Mungia (ambos en Vizcaya) como ciudades que han obtenido dicho estatus.Características de una ciudad slowNo todas las ciudades cuentan con las propiedades necesarias para convertirse en una ciudad slow. Ésta debe cumplir una serie de requisitos: tener menos de 50.000 habitantes, cerrar al tráfico los centros urbanos de las ciudades, apostar por una arquitectura medioambiental que reconstruya espacios históricos y priorice las zonas verdes, aprovechar las nuevas tecnologías para el uso de la ciudad, contar con una gastronomía de temporada, ecológica y de calidad, fomentar el consumo de productos autóctonos, defender el pequeño comercio, la agricultura sostenible y las tradiciones locales, establecer sistemas ejemplares de reciclado de basura y frenar la desmedida ambición urbanística.En resumen, tal y como señala Carl Honoré, autor del libro `Elogio a lentitud´: "lo más buscado hoy no es ganar tiempo, sino todo lo contrario: perderlo con encanto y buen gusto".