Iguassu, un paraíso

Iguassu, un paraíso

El descubrimiento de las Cataratas de Iguassu se debe a la gesta impresionante de Don Alvar Núñez Cabeza de Vaca, que en 1541, acompañado con 280 soldados, realizó una larga caminata para auxiliar a los hombres de Asunción, la capital del Paraguay. El premio para los que realizaron tan fatigoso viaje fue el descubrimiento de unas cataratas donde «el río da un salto por unas peñas abajo muy altas, y da el agua en lo bajo de la tierra tan grande golpe, que de muy lejos se oye; y la espuma del agua, como cae con tanta fuerza, sube en alto dos lanzas y más».El río Iguazú nace en la Serra do Mar, a 1300 metros de altura y cerca de la costa atlántica. Lleva un curso sinuoso de más de 500 kilómetros, desembocando en el río Paraná, a sólo 90 metros sobre el nivel del mar. A lo largo de tan espectacular trayecto forma diversos saltos y abundantes y ruidosas correderas.Las correderas son rápidos rocosos en los que aflora la piedra que se alternan con los amplios remansos de gran profundidad, y reciben el nombre de canchas. El caudal medio del río durante cada año es de 1.400 metros cúbicos por segundo. Hasta llegar a las caídas de agua el río se conoce como el Iguazú. En el largo arco de la parte argentina, la falla en lugar de presentarse como un único precipicio que llega hasta el fondo del río y conforma un gigantesco escalón, ocupado por la isla de San Martín.

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