El 22 de mayo de 1992 Eslovenia fue aceptada entre los Estados miembros de la ONU y un año más tarde, casi dos después de la proclamación de su independencia, ingresó en el Consejo de Europa. La belleza de sus lagos al pie de los Alpes, el soleado Mediterráneo, las espectaculares grutas de la región del Karst y la hospitalidad de sus gentes hacen de la visita a Eslovenia un recuerdo inolvidable. Ljubljana, su capital, está ubicada en el interior del país y es el centro político, cultural y universitario de Eslovenia. Su rica herencia medieval y barroca cautiva al visitante que busca la belleza tranquila de una pequeña ciudad clásica. Por su estilo se la conoce como «La Praga del Mediterráneo» y los cafés desbordantes de juventud a la orilla del río Ljubljanica traen a la memoria recuerdos del París de los sesenta.Recórrela a pie
Puedes comenzar tu paseo en la Plaza de Pre?eren, poeta y «padre de la nación», donde encontrarás la Iglesia de los Franciscanos, construida entre 1646 y 1660 en estilo barroco. Después cruza el más frecuentado y admirado de los puentes de la ciudad, el Tromostovje o Triple Puente. Fue concebido en los años treinta por el arquitecto Jo?e Plecnik, quien conservó el puente de piedra original y le añadió dos puentes peatonales. Disfruta de las vistas sobre el río Ljubljanica y sigue la calle Stritarjeva hasta el final, donde encontrarás la plaza Mestni y el Ayuntamiento. Sobre la plaza se erige uno de los monumentos barrocos más bellos de la ciudad, la Fuente de Robba.Relájate un rato en el patio interior del ayuntamiento mientras contemplas los grafitos que lo decoran. Si dejas la zona peatonal de la Plaza Mestni a tu espalda llegarás, por la calle Ciril Metodov, a la Catedral de San Nicolás, del siglo XIII. En su origen fue un edificio románico. En 1361, después de un incendio, se levantó de nuevo en estilo gótico para ser reconstruida definitivamente, tras haber sido devastada por el fuego turco, en 1469. Detrás de la Catedral se halla el Mercado de Ljubljana, obra del omnipresente Plecnik, que se extiende hasta el Zmajski Most, que está adornado con dragones, símbolo de la ciudad. Vuelve a la calle Ciril Metodov y busca el camino (?tudentovska ulica) que sube al Castillo de Ljubljana (3,50?). Recientemente se ha instalado un funicular, y es la manera más rápida de llegar al castillo.También se puede llegar andando en unos 15 minutos desde la ciudad vieja. Para descender, toma el camino Osojna pot (trasera del castillo) y al llegar al río cruza el Cevljarski most, Puente de los Zapateros (también de Plecnik). Si caminas hacia la derecha y giras en la segunda calle a la izquierda aparecerás en Kongresni Trg. En esta plaza se encuentra la Universidad y la Iglesia barroca de la Santa Trinidad (Ursulinas). Atraviesa la plaza y toma ?ubiceva ulica. A la derecha verás, en la Plaza Narodnih Herojev, el edificio de la Ópera, el Parlamento y el Museo Nacional (4,50?). Detrás del museo, en Pre?ernova cesta, toparás con el Museo de Arte Moderno (4?) y la Galería Nacional (5?).