A Niza se puede llegar en auto-stop, en barco, en avión, en coche, en helicóptero, en tren. Y se encuentran alojamientos al alcance de casi todos, de la hotelería más modesta a los palacios de leyenda, en Niza, Monte Carlo, Cannes, Juan-les-Pins, Antibes. De la modesta pensión en la segunda cornisa, entre Niza y Mónaco, al Hotel Paris, el Hermitage, o el Negresco, es relativamente fácil poder dormir y despertarse mirando el mar. Y un fin de semana largo es suficiente para conocer los lugares de peregrinaje de la más alta gastronomía, las residencias de media docena de genios del arte del siglo XX, una docena de grandísimos museos, o jugarse unos euros o una fortuna a la ruleta o el póquer, para comprarse un Bentley deportivo con las ganancias presumidas, y hacerse librar en avión especial a cualquier residencia privada, de Badajoz a San Petesburgo.Sin olvidar el peregrinaje a los lugares donde murieron dos genios españoles, Garcilaso de la Vega y Vicente Blasco Ibáñez, que forman parte indisociable de la Costa Azul más secreta. La gastronomía local tiene la misma variedad. Aunque existe una ensalada ?nimoise? (mediterránea) tienen una ventaja abrumadora: las tradiciones italianas y mediterráneas. Salir a la aventura, esperando descubrir un restaurante italiano bueno, barato y encantador es como tirarse a la selva pertrechado con un caza mariposas. Puede ocurrir de todo. Los gastrónomos no debieran olvidar alguna de las muchas guías de referencia. Entre Niza, Mónaco y Cannes hay una veintena larga de grandísimos restaurantes de lujo.En materia de diversiones y vida nocturna quizá fuese sensato diferenciar las muy distintas temporadas. De mayo a octubre, Niza y la Costa Azul deslumbran por un maravilloso arco iris de festivales, de teatro, de músicas (jazz, clásica, etc.), cines, espectáculos… En febrero, Niza tiene uno de los más legendarios carnavales, de una elegancia suprema. Entre noviembre y febrero, la sobriedad invernal está amenazada con teatros y conciertos. El espectáculo de la Costa Azul está en la calle, con frecuencia.