Yellowstone, el primer parque nacional que se creó en el mundo extasia al visitante cuando se topa con el Lewis Lake. Las águilas calvas nos siguen en paralelo por la ruta que nos conduce hasta el Parque Nacional y en los parajes más cercanos ya se advierten las muestras de los formidables fenómenos vulcánicos y los abundantes géiseres.El célebre ?old faithful? (?viejo fiel?) se adivina enseguida por el vapor de agua que se eleva en el aire, así como la Fountain Paint y las someras lagunas de colores azules celestes, a los que llaman de porcelana china, teñidos con ocres y marrones ferruginosos. Hacemos una parada en Gibbon Falls, donde se concentran los damanes, numerosos troncos quemados, rocas ennegrecidas, y el río Yellowstone que desciende con fuerza, lo cual no inquieta a los abundantes bisontes que deambulan por las márgenes de las carreteras.En el Gran Cañón del río Yellowstone el río se despeña con gran rudeza, y adquiere un color amarillo del que le viene el nombre de Yellowstone, piedra amarilla, entre árboles dispersos y una corriente que desciende con una fuerza inesperada. Hay que señalar la presencia del lince rojo americano o bobcat y algunos de los numerosos gatos salvajes que se pueden encontrar en Asia, África y Sudamérica, como el serval, de aspecto elegante y líneas esbeltas.