Quebec, un lujo bajo cero

Gracias a la riqueza de su historia y de sus raíces, Quebec es una tierra de Canadá a la vez amplia e íntima. Ya sean vacaciones activas o vacaciones de descanso, todas las fórmulas valen para descubrir la ciudad de Québec, una de las más antiguas de las Américas. Fundada en 1608 como la capital de la Nueva Francia, la ciudad conserva su carácter europeo y sobre todo, romántico. Lo comprobarás si te das una vuelta por la vieja ciudad en una calandria.La desbordante energía creadora de Québec se manifiesta tanto en la literatura, la canción, el teatro, la danza o el circo, como en la pintura, la escultura o la artesanía. Los amantes de la historia local descubrirán en su viaje interesantes museos y centros de interpretación que ofrecen un panorama completo de la historia de la región.En cada una de las estaciones del año se descubre un aspecto nuevo e inédito de Quebec. Para lograr que invierno rime con diversión, se inventó la motonieve; además, se pueden ver, desde lo alto de las pendientes de esquí, sus inmensidades nevadas.Un hotel de alta categoría, con sala de cine y dos galerías de arte, abrió sus puertas con la llegada del milenio en Montmorency, el Ice Hotel Glace, un lujoso establecimiento del que turistas sensibles al frío deberán abstenerse: construido totalmente de hielo, la temperatura ambiente oscila en torno a los tres grados bajo cero. Pasar la noche en el hotel conlleva la seguridad de que al día siguiente se tomará el desayuno en una casa de campo antigua, adyacente al gélido alojamiento. Podemos contactar a través del correo electrónico en informations@icehotel-canada.com y obtener más información en http://www.icehotel-canada.com/es/index.es.php.La cocina de Quebec se caracteriza por no ser demasiado fuerte y trabajar sobre todo con productos de la región como el cerdo, aves y caza. El plato más tradicional es el tourtierre, pastel de patata y carne de caza como la perdiz, venado y conejo (normalmente se prepara con carne de cerdo).