Frío, lluvia, viento fuerte, granizo, nieve. Esto bien podría ser un parte meteorológico de Paco Montesdeoca, pero es la lista principal de los enemigos de la piel durante el invierno. Como el bolsillo no lo permite y sigues sin acertar la lotería, no puedes escaparte a las cálidas playas del Caribe para huir del frío y abandonar así, en el fondo del armario, todas tus bufandas, guantes y gorros. Pero no todo está perdido, porque si gustas de practicar los deportes invernales y eres la reina del snowboard o del esquí estás de enhorabuena. Coge tus tablas y pon rumbo a las montañas más altas para deslizarte por sus pistas nevadas. Eso sí, no olvides meter en tu neceser unos cosméticos básicos que te aseguren una buena salud cutánea.En cualquier caso, en estos meses debes extremar la protección, si no quieres llegar a la primavera con la piel acartonada y deshidratada. Otro factor del que no puedes escapar son los cambios bruscos de temperatura. En la oficina disfrutas de unos agradables veintitantos grados y cuando sales a la calle el termómetro marca bajo cero, por lo que la piel necesita unos cuidados preventivos especiales. Y ten en cuenta la sequedad que provocan las calefacciones y los ambientes cerrados, que deshidratan la epidermis y la dejan con un aspecto áspero y poco luminoso.En buenas manosAunque lleves las manos siempre bien protegidas por guantes o manoplas, siguen estando expuestas a las condiciones ambientales adversas.- Utiliza cremas de manos que contengan ceramidas, para restablecer la elasticidad- Vitamina C, para defender la piel de los dañinos efectos medioambientales y con un alto poder protector. – Vitamina E, para combatir los signos de envejecimiento prematuro- Es conveniente realizarse, una vez al mes, una exfoliación profunda en las manos para que la piel luzca resplandeciente y luminosa.- Remata con una loción suavizante con aloe vera, que mantenga el nivel óptimo de hidratación – En las uñas, aplícate diariamente un aceite penetrante para obtener un buen equilibrio y conseguir tenerlas fuertes y sanas. Así, evitarás la aparición de grietas- Las cutículas también sufren las inclemencias del tiempo. Por eso, es bueno utilizar a diario un producto emoliente para microexfoliarlas e hidratarlas. Así, conseguirás un aspecto sano y naturalCuidados especialesEn verano, la mayoría estamos ya concienciados de lo importante que es proteger la piel de la radiación solar con factores altos. De hecho, los dermatólogos recomiendan su aplicación a lo largo de todo el año, incluso en los días nubosos. Pero en invierno, y sobre todo si vamos a practicar el esquí, olvidamos que el sol es un enemigo poderoso y omnipresente. Así que recupera tus solares del verano o hazte con alguno específico para estas fechas. La rutina es igual que cuando vas a la playa: aplícatelo unos 20 minutos antes de la exposición.Otra zona problemática y que necesita una mayor atención son los labios. Su piel es extremadamente fina y el tiempo seco y frío hace que se deshidraten y se cuarteen, llegando incluso a sangrar. Por eso, debes llevar siempre encima un buen protector labial con un filtro solar del 15 o superior. Y no estaría de más la aplicación de bálsamos especiales ricos en activos regenerantes, como el aloe vera.La nariz y los pómulos son también zonas muy sensibles y requieren de unos cuidados apropiados. Recuerda que son los puntos más prominentes del rostro, por lo que son los primeros en frenar el frío y el viento, sobre todo, si se esquía con sol. Así que aplícate fotoprotectores nasales y emulsiones específicas. Las pieles con tendencia seca y las cuperósicas son las que más sufren en invierno y necesitan cuidados especiales. Los nuevos productos en gel-crema son perfectos para ellas porque su textura ligera favorece una rápida absorción.Un error muy común en estas fechas es que no prestamos la debida atención al cuerpo. Al llevarlo tapado, creemos que está suficientemente protegido y esto es una verdad a medias. Las prendas de abrigo oclusivas perjudican la buena oxigenación y dificultan la transpiración, lo que provoca el aumento de la sequedad cutánea, que puede degenerar en una fuerte descamación. Una leche corporal rica en ácido láctico será tu mejor aliado. Y puedes ducharte con un gel de pH 5.5, para no modificar el manto natural de la piel, y que contenga aceites naturales de onagra o soja con propiedades hidratantes.Por las nochesAl llegar a casa, tienes que continuar con los cuidados. En invierno, la utilización únicamente de una crema de día no basta y es imprescindible el uso de productos de noche que favorezcan la regeneración.Los cosméticos nocturnos son más untuosos y sus fórmulas están encaminadas más a la nutrición que a la protección. Su misión es reparar los daños producidos por el día, aprovechando la renovación celular nocturna, para cargar las pilas. Busca cremas con vitaminas F (para fortalecer la epidermis) o K (que reduce la aparición de las venitas). También son muy efectivos aquéllos que llevan aceites esenciales.A lo largo de todo el año la aplicación de mascarillas es casi un extra, pero en esta época se convierten en obligadas y deben sumarse a tu rutina de belleza. Un par de veces a la semana, refuerza tus defensas con una mascarilla rica en nutrientes. Además, en invierno aumentan los índices de contaminación, así que la limpieza facial debe ser profunda. Tras ella, date un tónico con una baja concentración de alcohol (que no supere el 12 por ciento).