Borrar imperfecciones, eliminar zonas oscuras, cubrir manchas y mostrar un rostro más uniforme. Los correctores o anteojeras son uno de esos productos imprescindibles en cualquier estuche de maquillaje.La variedad en cuanto a su presentación es muy amplia; así existen en forma de lápiz, en barra similar a la de los labios, en aplicador de esponja o en crema con agentes hidratantes.Para su correcto uso, hay que tener en cuenta que nunca se debe abusar de este producto. Se debe utilizar en pequeñas cantidades y extendiéndolo muy bien. Bien aplicado, será muy útil para aclarar la mirada en la cuenca del ojo, disimular los pliegues que se forman desde la comisura de los labios hasta la barbilla, o desde las aletas de la nariz hasta la boca así como para esconder las rojeces en las aletas de la nariz.