Si quieres una cura de belleza, deja a un lado las largas jornadas de monte, las excursiones, las partidas de palas en la playa. Cuando llegue en ansiado verano y estés de vacaciones dedica un rato al descanso, prestando especial atención a un lujo que durante el resto del año no nos podemos permitir: la siesta.Túmbate en la hamaca y disfruta de una merecida siesta. Después de comer es el momento idóneo para tomarnos un descanso, ya que se cumple la mitad de la jornada desde que nos hemos levantado, excepto para los que se levantan a las 12.Los expertos en sueño aconsejan aprovechar al máximo la siesta, sobre todo la primera semana de vacaciones. Generalmente cuando cogemos los días estivales arrastramos un déficit de sueño imposible de compensar en una noche. Según prescripción médica conviene no prolongar la siesta más de 20 minutos, puesto que dormir más tiempo del aconsejado puede causar insomnio por la noche, además de alterar el estado de ánimo. Aunque si tenemos intención de trasnochar, es preferible alargarla un poco más para poder aguantar.Además, la siesta nos aporta enormes beneficios al organismo:- Mejora la salud y la circulación sanguínea.- Previene el agobio, la presión y el estrés, ayudando a liberar tensiones.- Favorece la memoria.- Mejora el rendimiento.