Los diferentes tonos de corrector cumplen una función individual. Todos son capaces de ocultar las manchas de color rojo, las ojeras, las imperfecciones y las bolsas, pero existen cinco tonos básicos de color en correctores, y cada uno para respectivos gustos y necesidades.
El corrector amarillo da a la piel un tono de luminosidad instantáneo, es perfecto para ocultar las manchitas rojas o rosadas; también sirve para cuando se nota en tu rostro que estás cansada y agotada.
El corrector verde es perfecto para neutralizar el enrojecimiento extremo, especialmente cuando aparecen los granitos, cicatrices o manchas.
El corrector naranja es ideal para el equilibrio del tono de la piel. Se puede utilizar para esas manchas que marcan la edad, el tono azul o verdoso de una vena, el tono oscuro de las ojeras y la hiperpigmentación.
El corrector azul/morado neutraliza las imperfecciones amarillas que se tienen en la piel y que han sido provocadas por el sol o autobronceadores.
El corrector rosa es el más utilizado. Se puede aplicar en mejillas, ojos y labios, este anima una cara apaga. Para añadir luminosidad a tu rostro aplícalo en la esquina interior y exterior de los ojos.
¿Qué corrector es ideal para ti?