A todas nos encanta maquillarnos en ocasiones especiales o a diario con el fin de mejorar nuestro aspecto para sentirnos más seguras con nosotras mismas. No obstante, debemos ser cuidadosas a la hora de elegir el maquillaje que utilizamos para nuestro rostro y la forma en que lo aplicamos, pues el objetivo debe ser embellecer y no estropear el aspecto.El tipo de piel que tenemos es un condicionante para escoger el maquillaje: si tienes una piel seca o normal, optar por un blush en crema que hidratará el rostro. Asimismo, si la aplicación resulta demasiado oscura o intensa, puedes rebajarla en la palma de la mano con un poco de crema hidratante.¿Qué tipo de rostro tienes?El colorete en polvo se utiliza siempre después de haber maquillado el rostro y para aplicarlo debemos localizar, en primer lugar, el punto central de las mejillas. A la hora de extender el maquillaje, el tipo de rostro variará la técnica a seguir.Si tienes una cara angulosa con las facciones muy marcadas, escoge una textura trasparente con un tono delicado, de los contrario conseguirás unos rasgos más endurecidos. Si tu rostro es redondo, obtén un efecto alargador mediante la extensión del maquillaje en el fondo de la mejilla, formando un triángulo en diagonal con el vértice hacia la nariz.Las mujeres con la cara cuadrada pueden afinarla y dulcificarla trazando un triángulo cuyo vértice apunte hacia el exterior. Y, por último, las que cuentan con un rostro alargado, lo podrán ensanchar poniendo el blush en el centro de las mejillas y aplicándolo hacia el exterior de la cara, en círculos concéntricos, pero que al mismo tiempo sean inapreciables.