Miel para la piel (y para el cabello)
Justo lo que necesitas. Piel más joven y saludable, puntas reparadas y una melena de impacto
La miel, sin duda, aporta muchos nutrientes al organismo, se emplea en tratamientos para la piel y también para restaurar el cabello.
La miel es la maravilla, aún si te la aplicas sola y de forma natural, veras una mejora en tu rostro (y en tu cabello) después de tan solo una semana.
Miel para la piel:
- Limpieza profunda. Gracias a las encimas naturales que contiene es ideal para limpiar la piel a profundidad y eliminar toxinas.
- Como exfoliante natural. Su contenido rico en azúcares con sustancias como la fructosa, la glucosa y los ácidos alfa-hidróxidos, permite una magnífica exfoliación que deja la piel revitalizada y muy suave.
- Es humectante. Ayuda a mantener tu piel hidratada durante el día.
- Es anitbacterial. El efecto antibacterial de la miel ayuda a eliminar las impurezas que causan acné. Tal vez pienses que la textura pegajosa es mala para la piel grasa, pero en realidad ayuda bastante a controlar este problema.
- Es antidoxidante. Está repleta de antioxidantes que ayudan a mantener tu piel firme y joven por más tiempo. Tiene sustancias que ayudan a eliminar los radicales libres.
Miel para el cabello.
- Humectación profunda. Se puede usar en el cabello (mezclada con un poco de aceite de oliva si te parece muy espesa) para reparar las puntas.
- Échale huevos. El tratamiento a base de huevo y miel ayuda a reparar el cabello opaco y sin vida; es recomendable usar sólo las yemas, en especial si está muy dañado. Para preparar la mascarilla, se necesitan 4 cucharadas de miel y 2 yemas de huevo.
- Brillo intenso. Pura le aportará mayor suavidad y brillo. Puedes aplicarla directamente sobre el cuero cabelludo o mezclarla con el shampoo que uses regularmente, desde la raíz hasta las puntas. No es necesario dejarla actuar, una vez que termines el masaje retírala lavando tu cabello como normalmente lo haces.