La trenza de espiga vuelve para quedarse. Resulta muy natural durante el día y muy elegante por la noche. Conserva un toque romántico, sofisticado y, además es muy femenina.Requiere cierta técnica y productos que aporten cuerpo y maleabilidad al cabello. Es muy versátil, no tiene límite de edad, funciona en todas las ocasiones y aguanta perfectamente las inclemencias del tiempo. Conseguirla es más sencillo de lo que parece, sólo requiere un poco de habilidad.Preparación: Es esencial aplicar un poco de crema de peinado sobre el cabello húmedo para evitar el encrespamiento. La finalidad es conseguir cuerpo sin perder ligereza.Técnica: Para hacer una trenza, se separa el pelo en dos mechones gruesos, de los que se sacan otros dos más pequeños. Cada uno de los finos se pasa de un extremo a otro: primero por encima de uno de los mechones grandes y luego por debajo del otro.Toque final: Para conseguir un buen resultado es esencial fijar la trenza con un poco de laca que, además, aporte brillo. Para un aspecto desenfadado se pueden soltar mechones en la parte frontal, ahuecar la trenza con los dedos e incluso deshacerla un poco. Así se conseguirá un toque bohemio. También se puede dar un toque de distinción utilizando accesorios como una diadema, unas orquillas con pedrería, etc. ¿A qué esperas para lucir una trenza de espiga?