En la antigua Grecia a los hombres les gustaban las mujeres bien depiladas y con piel suave. En esta época había tan solo dos opciones de depilación, una era por medio de navaja y la otra es un truco casero.
La receta de este truco antiguo para minimizar el vello es muy simple, solo debes tener a la mano una clara de huevo, un poco de polvo de jengibre y jugo de lima.
Luego debes tomar un tazón y mezclar la clara con el jugo. Una vez que se unifique te lo colocas en el área donde te acabas de depilar, y sobre ese mismo lugar te espolvoreas el jengibre. Déjalo actuar 15 minutos. Cuando ya haya pasado ese tiempo, entonces enjuaga con bastante agua.
Puedes realizar una receta en la tranquilidad de tu hogar y sin gastar mucho dinero, ya que son ingredientes muy fáciles de encontrar en el supermercado. Este es un truco que ha prevalecido a lo largo de los años. ¿Qué esperas a hacerlo tú?