La hija de Joan Rivers, Melissa, quedó a cargo de la administración de la fortuna de la actriz, quien heredó algo de su dinero a algunas de sus organizaciones de beneficencia favoritas como Perros Guía para Ciegos, la Fundación para la Fibrosis Quística y grupos que brindan servicio a la comunidad judía, se informó el martes.
De acuerdo al testamento de 2014 de Joan Rivers, que fue presentado en la corte suplente del estado de Nueva York, la actriz fallecida recientemente designó a su hija como albacea de su herencia “con los más amplios poderes permitidos” sobre una fortuna estimada en 150 millones de dólares.
Otras organizaciones benéficas que eligió para recibir recursos fueron Entregamos Amor de Dios, con sede en Nueva York, que entrega comida, el centro Simon Wiesenthal, el Hogar Judío y la Fundación del Hospital y Hogar Judío en Manhattan.
Joan Rivers murió el 4 de septiembre a causa de daño cerebral producido por falta de oxígeno en el cerebro. Durante una endoscopia practicada días antes había dejado de respirar. Tenía 81 años.
La comediante estableció en su testamento que el gerente de sus negocios, Michael D. Karlin y el diseñador de interiores Robert Higdon fueran coalbaceas de su herencia. No se han divulgado detalles de sus propiedades y cómo se dividirán.
Sus asistentes Sabrina Lott y Jocelyn Pickett, su publicista Scott Currie y la sobrina y nieto de Rivers, Caroline Waxler y Andrew Waxler, también recibirán parte de la herencia.