Un movimiento cada vez más fuerte para boicotear productos fabricados en asentamientos judíos en los territorios palestinos le ha costado a la actriz estadounidense Scarlett Johansson su papel como embajadora de buena voluntad para la organización Oxfam International.
La estrella de “Her” y otras importantes películas enfureció a Oxfam al promover la máquina para hacer refrescos caseros SodaStream, que opera desde un asentamiento judío en Cisjordania. El comercial aparece ya en internet y una versión censurada, por mencionar directamente a Coca-Cola y Pepsi, será transmitida durante el Super Bowl.
Oxfam International dijo el jueves que la relación de Johansson con SodaStream era incompatible con su papel en la organización sin fines de lucro. Oxfam ya había expresado su inconformidad con su participación en el anuncio la semana pasada.
La organización internacional humanitaria dijo el jueves que considera que SodaStream y otras empresas que operan desde los asentamientos judíos en Cisjordania contribuyen a “negar los derechos de las comunidades palestinas y son ilegales de acuerdo a la ley internacional”.
La declaración de Oxfam surgió después de que Johansson anunciara el miércoles que renunciaba a su papel como embajadora de la organización por una “diferencia de opinión fundamental”.
Cerca de 550.000 israelíes viven en los asentamientos de Cisjordania y Jerusalén oriental, territorios capturados por Israel en 1967, junto con la franja de Gaza. Los palestinos reclaman esos tres territorios para crear su propio estado.
Los activistas propalestinos que abogan por boicots a productos fabricados en los asentamientos judíos, los cuales son considerados ilegales por gran parte de la comunidad internacional, han instado a la población a darle la espalda a SodaStream. La principal planta de la empresa está en una zona industrial israelí junto al asentamiento de Maaleh Adumim en Cisjordania.
Con el anuncio del Super Bowl la empresa espera aumentar su presencia en el mercado estadounidense, que es mucho menor a la que tiene en el mercado europeo.
La participación de Johansson en la campaña publicitaria hizo que Oxfam expresara su preocupación sobre su papel la semana pasada, lo que llevó eventualmente a su renuncia. La actriz se convirtió en representante mundial de SodaStream.
El director ejecutivo de la empresa, Dan Birnbaum, dijo a The Associated Press que la campaña para boicotear productos de los asentamientos judíos no ha tenido ningún impacto en SodaStream.
“Hasta donde sé, no hemos perdido a ni un solo cliente”, dijo. “En todo caso solo ha hecho que más gente sepa de nosotros en el mundo, porque la gente está hablando de SodaStream”.
Agregó que su empresa no quiere “sacrificar” los empleos de 500 palestinos que trabajan en su fábrica “por la causa política” de algunos grupos de activistas.
El Congreso Mundial Judío emitió un comunicado el jueves en el que elogiaba a Johansson por su “defensa directa a la cooperación económica entre los israelíes y los palestinos”.
La organización internacional dijo que la actriz era “un modelo a seguir para otros que enfrentan una artera presión antiisraelí”.