La cama, al igual que nosotros mismos tiene su propia vestimenta. Así, mientras en los meses más cálidos del año se utilizan prendas ligeras y poco abrigadas, durante el invierno es importante que los textiles que la vistan ayuden a mantener el calor mientras duermes.Las sábanas de algodón suelen intercambiarse por las de franela, y los edredones se desempolvan de los armarios. A medida que la sensación de frío aumenta, crece también la necesidad de abrigo nocturno hasta que, una vez establecido el invierno, los nórdicos nos proporcionan un agradable abrazo de calidez.Pero además de abrigar, la ropa de cama concede a la habitación cierta personalidad, una apariencia estética que debería ir en consonancia con el resto de componentes. Por ello es importante que combinen con las cortinas y los cojines, dado que los colores de las telas llaman la atención de nuestra vista nada más traspasar la puerta de esta estancia tan personal.Las flores son unos de los recursos más utilizados. Gandía Blasco aporta su particular visión de este elemento vegetal, haciéndole protagonista de Thai, Moa y Flop Tops, cada uno con su propio lenguaje.Las rayas multicolores aportan armonía la habitación del descanso. Blend juega con la gama del violeta, mientras que Rainbow y Sunset, hacen coincidir el naranja con otros tonos vitales. Todos estos modelos pertenecen a la firma Comersan.